martes, 28 de mayo de 2013

CRÓNICA MEDIO MARATÓN LOS BARRUECOS 2013



 Lanchacabrera anidó en Los Barruecos




A las 08,30 horas de la mañana del pasado domingo día 26 de mayo, tras la oportuna foto de familia en nuestra Plaza de Santa Ana, partió la expedición lanchacabrerana formada por Susi Gil, su hijo Sergio, Juanjo Santos, el primo Alfredo y el que suscribe ( JJ. JesPil ),  hacia tierras de Malpartida de Cáceres, con la finalidad de participar en la II Edición del Medio Maratón Natural de Los Barruecos. Susi, Sergio y JJ. Santos participarían en la categoría de relevos, y Alfredo y yo, en la carrera completa. A partir de ahora, va a ser divertido cuando vengan el padre y el hijo, pues siempre les pasa algo. La primera de ayer vino a cuento de las gorras. Que si las cogiste tú, que si las tenía el otro... El caso es que sólo había una gorra para los dos. Lógicamente, se la quedó el de menos pelo y mayor edad. En la localidad cacereña se nos unió también el amigo Ramón Timón, que sería la pareja de baile de Santos en el relevo. Primera parada de la jornada en “ El Caldero “ para tomarnos un buen desayuno a base de café con leche y tostadas. Alrededor de las 10,20 h. llegamos a nuestro destino. Una vez estacionado el vehículo, nos dirigimos hacia la zona de salida de la carrera a fin de recoger los dorsales y, suponíamos la bolsa del corredor. Con ésta última nos dieron la primera en la frente ya que no había tallas de camisetas. Sólo quedaban de la talla XL en unas de manga corta y S en las de manga larga. Está claro que si nos las queremos poner algún día, bien tenemos que engordar o bien habrá que encoger. La siguiente opción es regalargas o dejarlas para secar el coche cuando lo lavemos. Después, nos fuimos al coche para empezar el santo ritual del cambiado de ropa, colocación del dorsal, untado de ungüentos, toma de potingues... Aquí vino la segunda del padre y el hijo. Le pregunta Sergio al padre que cuándo se tiene que tomar la “ vitamina “. Éste le responde que media hora antes de la carrera. El hijo, obediente él, se la va a tomar y...pum... al suelo . ¿ Pero qué haces ?, pregunta el padre. Pues lo que tú me has dicho, responde el hijo. Pero yo te he dicho media hora antes de tu carrera, no de la mía..., vuelve a comentar el padre.( hay que decir que Sergio corría el segundo relevo y aún le quedaba más de hora y media para empezarlo ). Lo dicho, esto promete.



En esto, vemos llegar a tres bikers perfectamente ataviados, y veo que uno de ellos es mi hermano Félix que había prometido venir a vernos. Él se queda con nosotros y sus colegas se marchan continuando su ruta matinal de mountain-bike. Desde ese momento, se convierte en el reportero oficial del club. Una vez acicalados, nos hacemos alguna foto más y nos vamos a hacer el calentamiento por los alrededores de la salida. Tanto Alfredo como yo tomamos en cuenta el consejo serio y sabio del frére de que tuviéramos cuidado con las curvas no fuera que, a tanta velocidad, pudiéramos derrapar y tener algún percance.

A las 11 h. de la mañana se dio la salida a la prueba de 10,5 kms, y a las 11,20 h., y bajo un sol de justicia, se dio la salida a la prueba reina. Había que dar dos vueltas a un precioso circuito por el Monumento Natural de los Barruecos, partiendo del centro de la localidad de Malpartida de Cáceres y pasando junto al famoso Museo Vostell, bordeando por anchos caminos, perfectos para correr, las charcas del Barrueco de Arriba y del Barrueco de abajo. Susi y JJ. Santos, como únicamente iban a hacer los 10,5 kms, salieron como flechas hacia adelante y, salvo en los dos primeros kilómetros prácticamente no les volvimos a ver el pelo. El primo Alfredo y yo nos lo tomamos, como es normal, con algo más de calma. En el kilómetro 2 se nos unió el amigo y colega de profesión, el jarandillano Marcelino Díaz. Aquí ya divisamos una de las famosas charcas de Los Barruecos con sus nidos de cigüeñas, y con un extraño ave en una de las rocas que no tenía pinta de pájaro, sino más bien de pájara. El ritmo que llevábamos era de 4,20-4,30 más o menos, y en el kilómetro 3, el gemelo derecho empezó a enfadarse, no sé si debido a la carga de haber corrido otro medio maratón la semana anterior o a un escaso calentamiento. Les comenté a Alfredo y a Marcelino que yo iba a aflojar el ritmo y que tiraran ellos hacia delante y eso hicieron.Durante un par de kilómetros continuaron las molestias pero, poco a poco, a medida que el músculo se fue calentando, éstas fueron desapareciendo. En pleno centro de Los Barruecos pudimos vislumbrar los numerosos nidos de las cigüeñas, las grandes peñas ("bolos") de granito que festonean todo el paraje e inclusive dos obras de arte de Wolf Vostell insertas en la propia naturaleza. Al jarandillano conseguí alzcanzarle en el kilómetro 8, pero al primo, pese a ir viéndole continuamente, me fue imposible. Llevábamos un ritmo más o menos parecido, y no pude contactar con él. En el kilómetro 8 abandonamos la zona de caminos y pistas y entramos en un exigente tramo de carretera que nos llevó de nuevo a la línea de meta, donde empezamos la segunda vuelta. Los relevistas hicieron su cambio y salieron Sergio y Timón. De vez en cuando, cual ave del entorno, aparecía por allí Félix, cámara en mano, para inmortalizar el evento. Tanto Alfredo como yo hicimos la segunda vuelta mejor que la primera, aumentamos el ritmo y, como suele ocurrir, fuimos adelantando a un montón de corredores. Alfredo se unió a un grupeto de corredores de Alburquerque a los que poco a poco fue soltando. Yo hice la última parte de la prueba con un chaval de Cáceres. Y poco a poco fueron transcurriendo los kilómetros por esa maravilla que la naturaleza ha formado en Los Barruecos y disfrutando del deporte en plena naturaleza, cada vez con más y más calor,si bien una ligera brisa lo hacía más llevadero, siendo unánime el comentario entre los participantes de que en esta época de año la prueba debería realizarse más temprano.  En el que yo pensaba kilómetro 19  decidí apretar para terminar dando lo que me quedara dentro. De pronto, pita el GPS y me marca el 18. No puede ser. Voy ya con las fuerzas justas. Aún así intento seguir el ritmo pero ya las reservas eran escasas. Con el sprint final en la recta de meta acabamos la prueba. Jesús y Sergio finalizaron en quinto lugar de la categoría de relevos con un fenomenal tiempo de 01:26:38; Tras ellos entraron Juanjo Santos y Ramón con otra estupenda marca de 01:30:32. En cuanto a la carrera entera,  Alfredo terminó su fenomenal travesía en el puesto 24 de su categoría ( veteranos B ), con un excelente crono de 01:36:36, y yo acabé con 01:38:11, siendo el 7º de los Veteranos C, y con la enorme satisfacción de haber podido terminar dos medios maratones en una semana sano y salvo y con la alegría también de ser recibido en meta por mi hermano Félix, su mujer Paquita y mis sobrinos Suko y Martita. También vino desde Cáceres a acompañarnos y darnos ánimos, el amigo Parejo con su hijo. Muchas gracias a todos.

Tras finalizar la prueba, recogimos el resto de la bolsa del corredor, con un sandwich, un dulce, agua, barrita, refresco y una pieza de fruta. También nos obsequiaron con una tapa de patatera típica de Malpartida de Cáceres. Nos fuimos al estupendo Polideportivo Municipal a darnos una reconfortable ducha con agua caliente.( ¡ Qué envidia de instalaciones y de campo de fútbol de césped artificial que tiene esta gente, inaugurado por D. Vicente del Bosque )... 

Una vez limpitos y curiosos, había que reponer fuerzas. ¿ Dónde ?. No hace falta contestar. A eso de las 15,45 horas, ciertos pajarracos estábamos todavía en la zona de la salida de la carrera, tubo de cerveza en mano acompañado de un buen pincho de morcilla. Miré hacia un lado, miré hacia el otro. Allí ya no había nadie con chándal ni con ropa deportiva. Estaban los parroquianos del pueblo tomándose unas cañitas y los organizadores de la carrera recogiendo los bártulos. Iba siendo hora de regresar. Nos despedimos de la familia, de Timón y de Parejo y nos fuimos al coche, y, como si de La Sepulvedana se tratase, hubo que ir haciendo paradas. La segunda de la jornada, de nuevo en El Caldero a tomar café. La rubia de la mañana nos reconoció y nos volvió a atender con su amabilidad característica. Y como no hay café sin copa, en Tejeda, la siguiente. Como para no llegar. Por fin, pasadas las 17,15 h. llegamos a Jaraíz. Entretanto, el biker Félix, en bicicleta a Cáceres desde Malpartida, con el sol en todo lo alto. No creo que llegara deshidratado ya que tenía reservas.




En cuanto al circuito en sí, una maravilla debido, sobre todo, al entorno por el que transcurre. El calor lo hizo más duro de lo que en realidad es, si bien tampoco es lo llano que aparentaba en el perfil. Es muy rompepiernas, con muchos toboganes, con continuas subidas y bajadas que apenas te dejan llevar un ritmo constante. Además, los tres últimos kilómetros van continuamente picando hacia arriba lo que endurece el final. Mucho público en la zona de meta animando a los esforzados runners.


La organización, bien en general, con el lapsus de las tallas de las camisetas y con algún problemilla con el agua en línea de meta. Avituallamientos de agua cada cinco kilómetros y ayer nos habían venido bien las esponjas que no hicieron tanta falta en Almagro la semana pasada. No hubo avituallamiento sólido en carrera. La señalización de los kilómetros, también con algún error de bulto ya que algunos kilómetros eran “ demasiado cortos “.


En fin, esto ha dado de sí este II Medio Maratón de Los Barruecos. En el viaje de regreso a casa, algunos iban pensando ya en maratones para el año que viene y, por lo que me pareció entender, creo que va a haber algún lanchacabrarero más que se va a lanzar a la aventura maratoniana. Todo se andará. Y como propuesta a la Junta Directiva del club y, siempre que la economía lo permita, se habló de si cabría la posibilidad de comprar unas bermudas elegantes, a juego con nuestro polo, para antes y después de las carreras, ya que con el calor que ya va haciendo el chándal va sobrando.


Y ahora a pensar en la siguiente. Unos a la carrera por la Dehesa de Navalmoral, otros al Medio Maratón por la Naturaleza en Hoyos del Espino ( ÁVila ), alguno a La Pencona... El resto a ir pensando en dejar ya estas carreras largas, cambiar el chip e ir preparando otras más llevaderas. En fin, el caso es no parar.
Las clasificaciones en:CLAS.GRAL. M.M.BARRUECOS - POR CATEGORÍAS

Las fotos en: FOTOS M.M. BARRUECOS


 (© Mykhaylo Palinchak )
Os dejo con Milane, una de las “aves” poco comunes que estaba “ posada “ en una de las estupendas rocas de Los Barruecos y que algunos de los que íbamos más despacio tuvimos la suerte de contemplar. 
Ni el primo Alfredo ni Ramón, expertos en ornitología, supieron encuadrarla dentro de la especie exacta a la que pertenece.



Como siempre, ha sido un placer haber representado a este club tan serio, y nos vemos por esos caminos y carreteras.

1 comentario:

  1. Como siempre, fenomenal crónica. Fue un auténtico placer acompañaros a lo largo de la carrera, observando el tremendo esfuerzo que tuvisteis que hacer debido la exigencia del trazado y la climatología. Me lo pasé ke the kagas haciendo de reportero. El "tercer tiempo" también estuvo genial, galimba en mano. Lo peor, el viaje de vuelta por esos caminos a las 3 y pico de la tarde, bajo un sol de justicia. En fin, mereció mucho la pena pasar la mañana con los lanchacabreros, sois kojonudos. Nos vemos por esos caminos, eso sí, yo en bici, que es menos dañina. Besossss y abrazosssss

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