domingo, 23 de mayo de 2010

CRÓNICA DE LA II CARRERA PENCONA 2010


Ya sabemos que formamos un Club muy "andarín", y que es difícil que podamos coincidir todos en una misma carrera; pero esto es lo bonito de nuestro Club, que somos capaces de mandar representaciones a todas las pruebas que se celebran en los alrededores.

Pues bien, esta es una prueba más de que es así, y por lo tanto, publicamos la crónica de la pencona hecha por uno de nuestros lanchacabreros más activo, así como las fotos de la carrera.

QUE MANERA DE SUFRIR…

Como diría el gran Sabina en su dedicación al centenario de mi Aleti,y es que no se puede explicar de otra manera lo acontecido el pasado 16 del presente en la localidad vecina de Aldeanuela de la Vera.

La Carrera Pencona de Montaña en su tercera edición se superó en lo poco que podía superarse más, ya que para mí su clasificación es de un 10, y fue ni más ni menos que en su dureza, por que nos colocaron una subidita extra que acabó con las mermadas fuerzas que llevábamos a mitad del recorrido y por consiguiente la vertiginoso bajada, por que claro todo lo que sube baja y viceversa, a lo que yo la denominaría la “EXTREM-TRAIL PENCONA”, toma eso.

Bueno, el día empezó tempranito por que la salida es a las 9,00 de la mañana y hay que coger energía un par de horas antes según los entendidos, llegando los 4 lanchacabreros que participamos, por las bajas “justificadas” de última hora, y entre saludos con otros corredores, problemillas con los dorsales, con las inscripciones que si las fotos de rigor, en fin que de calentar poca hostia, con perdón, por que teniamos por delante tiempo suficiente para ello.

Salida y a jugar, tras una vuelta de no sé cuantos metros o kilómetros por la localidad nos metemos en faena y en seguida, a mi parecer, comienzan las cuestas: cuesta arriba, cuesta abajo, más abajo, más abajo, me cagoen..., cuanto más bajamos luego más subiremos, en efecto, y arriba, arriba, y arriba iré, y así hasta el primer avituallamiento que muy bien llegado pero solo llevamos 5 ó 6 kilómetros, madre mía, seguimos la marcha, como no, siempre en buena compañía por que cuando no se juntaba uno de Madrid se juntaba el grupo numeroso de Cáceres en el que el amigo Jose Guervós intentaba alentar a los compañeros de que esta carrera era tal y como él se los había descrito dura y bella a la vez.

Llegamos al segundo avituallamiento y empezamos, no sé como describirlo, a elevarnos, escalar, a cuatro patas… en fin que subimos mu “p’arriba” en esos momentos el comentario era generalizado con expresiones que en horario de niños mejor no me atrevo a transcribir y en el punto más alto la foto de rigor, y yo con estos pelos, ala ahora la bajada, buf, de vértigo con un terreno virgen, para los primeros claro está, por que cuando llegamos nosotros ya estaba pisado y bien pisado y bastante resbaladizo por la tierra y las plantas silvestre habidas en ese lugar, la inclinación, puesto no sé, que lo comente el amigo Timón que es el de los porcentajes.

De ahí subimos por un prado, por que en esta carrera tocamos todos los palos, asfalto, piedras, tierra, hierba, agua, y nos colocamos en la presa de abastecimiento del pueblo a no sé cuantos metros de altura y nos metimos por un tobogán de robledares en el que tan pronto subíamos mucho, mucho como bajamos un poquito, cruzábamos verdaderos “torrentes de agua” por mitad de los senderos, todo muy bonito, cuando se aprecia con tranquilidad, que no es el caso.

Bajada por un va y ven de pedregales y llegada al pueblo con una subidita por una calle típica y entrada en meta totalmente exhausto del esfuerzo acumulado y es que tengo la sensación de que me falla algo la memoria (la edad puede ser ) pues yo personalmente es el 2º año que la hago y “joder” con lo que sufrí el pasado año y este año vuelvo a hacerla, pues no me lo explico, me preocupa pues puedo estar enganchado y al año que viene…….

En fin lo dicho por todos, felicidades a la organización, al público a las fisios, a las mujeres de las limonadas, hasta el 3er, vaso no me recuperé un poco, y a todos los que hacen posible el mundo del running ENHORABUENA.


Fantástico, es una pasada leer una crónica como esta de la Pencona. Es evidente que existe un antes y un después en esto del running, una vez que has realizado esta carrera.

Un abrazo grandísimo para nuestros cuatro lanchacabreros que consiguieron terminar esta prueba tan dura.

1 comentario:

  1. "Que manera de sufrir"...si, pero gracias a que no hubo eso de "QUE MANERA DE PALMAR".
    Y el proximo año mas.
    Nos vemos

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