lunes, 12 de junio de 2017

CRÓNICA M.M. HOYOS DEL ESPINO

" COMO CABRAS "

Como estos animalitos que abundan por la impresionante Sierra de Gredos estamos algunos al haber decidido inscribirnos, en estas fechas y a esta prueba.

Pues bien, hasta Hoyos del Espino decidimos acudir en la mañana del sábado 10 de junio, el compadre del Presidente, uséase, César, que es de Majadas, y el que suscribe estas líneas, J.J. JesPil.

El " gusanillo " de volver a correr un medio maratón después de un par de meses sin hacerlo, cargados de todo tipo de eventos (romerías, comuniones, confirmaciones, etc )   y de volver a enfundarnos la elástica del club, nos animó a apuntaros a esta prueba en este caluroso mes de junio. Sabíamos que no lo hacíamos en una carrera cualquiera, pues ya la conocíamos por mí, personalmente,  y por otros compañeros ( Susi, Germán ) que también la han hecho. Pero amigos, una cosa es recordar cómo era y otra cosa es hacerla con el cambio de recorrido que estrenaban este año, mucho más exigente y duro que en ediciones anteriores, con casi 21.400 metros y con cerca de 30º de temperatura al inicio y unos 35º al final y con un kilómetro, del 20 al 21, duro donde los haya, que al amigo César le recordó su querido " Cerro Pino ". Ahora bien, un recorrido espectacular, por algunas zonas asfaltadas, pistas forestales entre pinares, trochas, senderos con tramos paralelos a lo que es el nacimiento Río Tormes, cruzando arroyuelos de aguas cristalinas a los que apetecía tirarte cuando más apretaba el calor y cuando llevábamos el " gorgüero " seco como una tarama. En definitiva, una preciosa carrera, para los amantes de la naturaleza y donde, si llegas bien de forma, puedes disfrutar de una estupenda jornada. Pero si llegas como nosotros, con la forma ya un poquito chunga, el sufrimiento está garantizado. Aún así mereció la pena.

A las ocho de la mañana habíamos quedado en Jarandilla para juntarnos en un solo coche y emprender el viaje hacia tierras abulenses, concretamente a la localidad de Hoyos del Espino, situada en las mismas faldas de la Sierra de Gredos, con el famoso pico del Almanzor presidiendo majestuoso el valle y con algunos neveros aún en sus cotas más altas, que contrastaba con el calor que teníamos unos metros más abajo. Tras una paradita a desayunar en Cuevas del Valle, llegamos a Hoyos a eso de las diez de la mañana. Pese a que aún quedaba una hora para el incio, ya se veia mucho movimiento.Recogimos los dorsales y empezamos el ritual de cambiarnos, darnos los ungüentos, elalhol de romero, la vaselina e, incluso, crema para el sol que se dio el amigo César, por recomendación de su esposa Mónica. Después, ratito de calentamiento donde ya empezamos a notar de verdad el fuerte calor y a la línea de salida.

Con unos minutos de demora sobre el horario previsto, y con " Lorenzo " " jarreando " sobre nuestras gorras, se dio el pistoletazo de la salida a este VII Medio Maratón por la Naturaleza de Hoyos del Espino. Y nada más salir, zas, la primera en la frente, pues los primeros quinientos metros ya eran cuesta arriba. Enseguida, giro a la izquierda y bajada vertiginosa hacia una carreterita que nos iba a llevar a la zona del pinar donde se iba a desarrollar casi la totalidad del resto de la prueba. Un par de kilómetros llaneando hasta llegar al Puente del Duque, situado en el cámping de Hoyos en el km 4 , aproximadamente, y donde empieza de verdad " la fiesta ". Entramos en una preciosa zona arbolada, con el Río Tormes como testigo de excepción, de continuos toboganes, siempre picando hacia arriba, siendo imposible llevar un
ritmo adecuado. Vamos notando en la piernas como vamos continuamente subiendo, encontrándonos en el km 7 con una de las cuestas más duras de la carrera, que pese a ser de unos quinientos metros, nos puso firmes a todos. Más y más toboganes, con más subidas que bajadas, hasta llegar al avituallamiento del km 10,donde empieza la segunda parte de la carrera con una subida de casi cuatro kilómetros, no muy dura pero sí muy larga que,tal y como iban las piernas y con el calor que hacía, se nos hizo dura de verdad. Aquí adelantamos a una chica, con opciones de pódium, que llevaba una tremenda " pájara " y de la que nada más volvimos a saber. En esta parte nos encontramos bastante bien e hicimos una buena subida. Incluso algún corredor nos comentó : ¡ Vaya, cómo suben estos veratos !. Todavía estamos en la zona del pinar, cerca de Navarredonda de Gredos, donde giramos 180º y empezamos el regreso con una fuerte bajada en el km 15. De nuevo, zona de asfalto que enseguida abandonamos, hasta el km 17, donde otro tramo rompepiernas nos vuelve a castigar. Aquí ya empezamos a pensar en lo que nos quedaba. Si durante una gran parte de la carrera fuimos los dos hablando, aquí se nos acabaron las ganas de conversación. Si yo pasé un ratillo malo sobre el km 11, por aquí el compadre iba fastidiado. Pero amigos, pese a que nos habían hablado sobre la cuesta del km 20, no nos la podíamos imaginar así. De ir tranquilitos, camino de meta por un tramo asfaltado, de pronto,  giramos a la derecha y nos encontramos con un camino de piedras sueltas durísimos, donde todos, pero todos los corredores, tuvimos que echar los pies a tierra, poner las manos en los cuádriceps, y apretar los dientes. A ratos corríamos, a ratos andábamos. Así hasta el km 21, en el que llegamos de nuevo a la carretera que nos iba a llevar a la meta, arropados por el animoso spíker, el numeroso público y el olor a la caldereta que nos tenían preparada.

Paramos el crono en 02:03:04, algo decepcionados por la marca, pero contentos por terminar otro medio maratón, por el tremendo esfuerzo realizado pese a no estar ninguno de los dos en las mejores condiciones físicas, sin haber podido entrenar, debidamente, en toda la semana y sobre un duro recorrido que todo el mundo comentaba, al que se unió, como ya he comentado, el tremendo calor que hizo toda la mañana. 

Y una prueba más de la dificultad del recorrido se ve en el tiempo del ganador de la clasificación general. Fue el corredor del Bikila, Luis M. Sánchez Blanco, con una marca de 01:18:17, seguido de Roberto Jiménez con 01:20:06 y de Rodrigo Ares con 01:20:16.

En chicas,la mejor fue Ninfa Quevedo con 01:44:46, seguida de Mercedes Gómez con 01:45:46 y de Clara García con 01:51:07.

Finalizaron la prueba 262 corredores.

En definitiva, otro medio maratón más a la saca. Si el año pasado dije que el Medio Maratón de San Lorenzo de El Escorial había sido el más duro que había hecho junto con el del Camorro, éste también se une a la terna. César lo tenía claro: es el más duro que ha corrido.

En cuanto a la organización, pues regular. El primer avituallamiento, pasado el km 6 y el segundo antes de llegar al diez, para no volver a beber hasta después del 15. Menos mal que en el 19 nos volvieron a dar agua, si no cascamos. (Es de las pocas veces que hemos gastado la botella entera en los avituallamientos...). Imperdonable que un día con este calor, que llegas a meta medio deshidratado, tengas que ir a hacer una larga cola para que te den el agua, en vez de dártela nada más terminar. Eso sí, te daban agua, isotónico y cerveza, junto con un plato de entremeses y caldereta de cordero. Bien la bolsa del corredor con camiseta, barritas, geles y lo mencionado anteriormente.Buena señalización y muchos voluntarios.También deberían de plantearse el cambio a una hora más temprana.

Cuando repusimos fuerzas, en vez de una ducha, nos fuimos a las frías y cristalinas aguas del Río Tormes a darnos un remojón que nuestras castigadas piernas agradecieron. Después, regreso con paradita a comernos unas revolconas en el Puerto del Pico, viendo cómo las famosas vacas abulenses empezaban su transhumancia hacia tierras más frescas y con más alimento. Sobre las 17h. llegamos a casa poniendo fin a esta jornada atlética habiendo sido un placer haber corrido esta prueba con el amigo César.


La clasificación en: CLASIF. HOYOS DEL ESPINO.

Las fotos en: FOTOS HOYOS DEL ESPINO.
En fin, vamos terminando esta parte de la temporada. A algunos aún les quedan algunas carrerinas ( 10km La Vinosilla, Trail 4 Lobos y 3000 Buitres ...) y otros vamos a descansar un poquito en esto de correr para ver si podemos hacer alguna carrera del Circuito de Carreras Populares de la Vera que empieza en Torremenga el 1 de julio. Pero esa ya será otra historia.


Y mientras algunos sufríamos y sudábamos de lo lindo, la amiga Carolina se refrescaba en uno de los muchos charcos por los que pasamos.

Como siempre, ha sido un honor volver a representar a este club tan serio. Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario