martes, 15 de marzo de 2016

CRÓNICA MEDIO MARATÓN DE ZAMORA

AL RELENTE DEL DUERO

Hacía un par de años que desde que un grupo de lanchacabreros nos fuimos a correr la Carrera Nocturna del Guadalquivir en Sevilla, por unas u otras causas, no encontrábamos la fecha para organizar un viaje de un fin de semana, para participar en alguna carrera, acompañados por nuestras familias. Desde la Junta Directiva ya llevábamos tiempo hablándolo y, recordando las experiencias de Lisboa, Sevilla, Segovia, Arenas..., decidimos ponernos manos a la obra.
Hace unos meses, viendo el calendario de medios maratones del año 2016 vimos que el día 13 de marzo había varios no muy lejos de Jaraíz: Aranjuez, León, Zamora... Nos juntamos y decidimos intentar irnos a Zamora. Lo propusimos en la asamblea del club de antes de Navidad y pusimos de plazo el 13 de enero para que la gente se inscribiera. Llegó esa fecha y once lanchacabreros decidimos apuntarnos para este gran evento que, desde entonces, todos hemos estado esperando como agua de mayo. Así, Juanjo el Presi, Javi "Vete", Rafa, Juanjo Santos, Timón, Germán, el primo Alfredo, el compadre del presi, uséase César, que es de Majadas, Pirchu, José " Máquina " y el que suscribe, J.J. JesPil, nos fuimos inscribiendo para la carrera, si bien las lesiones de Rafa, Alfredo y José, les hicieron desistir y, desgraciadamente, no nos pudieron acompañar. 
Al grupo del C.D. Lanchacabrera se nos unieron nuestros queridos amigos Marisa y Martín, al que tenemos casi convencido para que se vaya apuntando al club, pues, además, nos es el primer viaje que hace con nosotros.Y con éstas mimbres, hicimos el cesto de los que nos íbamos a Zamora.

Así llegó el esperado fin de semana. Martín abrío la expedición desplazándose a Zamora el viernes 11 por la mañana. Por la tarde, a las 16 horas, tras sacarnos la tradicional foto en Santa Ana, emprendimos la marcha el presi, Javi, Pirchu y JesPil. En Zamora nos esperaban también, junto con Marisa y Martín, Germán e Izaskun. Por la noche se incorporó el amigo Timón con su familia al completo. A la mañana siguiente, llegaron Santos con Melly, así como César y su familia.

Llegamos al hotel Zenit Dos Infantas, subimos a acicalarnos un poquito y, en media hora estábamos todos guapeados en el hall para irnos a conocer la fría noche zamorana y a tomar unas cervecitas. Como el hotel estaba céntrico, todo lo teníamos al lado. Un garito, otro garito; una caña, otra caña, ahora un vino, luego otro... una tapita que... sí, otra tapita que...no, unas bravas, unos calamares...y así hasta que decidimos dar el salto al vaso ancho. Y claro, ése es el inicio de lo que llamamos noche toledana. Nos fuimos a tomar unas copichuelas, echamos unos bailes, hubo exaltación de la amistad y entonamos algún que otro cante regional, todo ello entre risas, anécdotas y buen rollo. Sobre las dos y media de la madrugada, nos recogimos, pues si no la noche hubiera terminado de aquella manera.

A eso de las diez de la mañana fuimos bajando a desayunar, con los ojos algo rojizos y con la voz algo tomada. Al poco rato llegaron de Jaraíz, Santos y Melly, y tras acomodarse en el hotel, nos fuimos de ruta turística por la bonita ciudad de Zamora: calle Santa Clara, Plaza de la Constitución, Plaza Mayor, la calle Balborraz, Plaza de Viriato, iglesias románicas varias que en Zamora hay por doquier, Catedral, el castillo, con sus impresionantes vistas de la ciudad y
del majestuoso Río Duero, la muralla, la Puerta del Obispo, el Puente Románico... Vamos que aprovechamos bien la mañana . Y claro, había que hacer las " once ". Como nosotros somos previsores, llevábamos unos embutidos jaraiceños envasados al vacío por si nos entraba hambre. Así es que compramos unos panes y unas litronas, y, en un umbral al sol, dimos buena cuenta de todo ello. Después, ya nos sentamos en una terracita a tomar las cervezas como personas responsables de cierta edad. Estando ahi sentados llegó el que faltaba para completar el grupo: César acompañado por su mujer y sus hijas. Ya estábamos todos: nada más y nada menos que 25. A los de los bares se les ponían los ojos como platos cuando nos veian entrar.A eso de las dos y media nos fuimos a comer, bastante bien por cierto, a " Casa Bernardo ", donde teníamos contratado el menú.

Tras la comida, decidimos acercarnos los chicos a la Ciudad Deportiva a por los dorsales para la carrera del domingo. Nuestras chicas, unas se fueron de compras y otras decidieron ir a dar una cabezadita al hotel. Sobre las seis, la mayoría nos fuimos a ver uno de los museos más emblemáticos de Zamora: el Museo de la Semana Santa. Impresionante ver los pasos procesionales ya preparados para las próximas procesiones. Al terminar la visita nos fuimos a la Iglesia de San Isidro a ver un concierto benéfico de una banda de tambores y cornetas zamorana interpretando las piezas que sonarán el las procesiones. Otro bonito espectáculo, si bien, como se nos iba acercando ya la hora de las cervezas, decidimos hacer el avión y salirnos antes de que finalizara.
Eran ya casi las nueve por lo que buscamos una bocatería-pizzería para reponer fuerzas. Ahí cenamos unos pasta, otros hamburguesa, pizza, bocata... Al camarero de este garito como para darle algo. Era más nervioso que uno que yo conozco antes de empezar una carrera. 

Y de ahí al hotel. Esta vez no hubo copeo. Eso sí, un vasito de leche con colacao y algún café calentito se agradeció. La noche estaba fría, fría y a los cuerpos había que darlos descanso.

Llegó el día de la carrera. Habíamos quedado a las 08,45 para desayunar en el buffet del restaurante del hotel. En la calle los termómetros marcaban entre dos y tres grados, aunque lucía un radiante sol. Desayunamos y nos subimos a las habitaciones a terminar de prepararnos, darnos los ungüentos y decidir qué nos íbamos a poner: tirantillos y calzonillas, camiseta manga larga/corta con tirantillos y calzonillas o térmica, tirantillos, calzonilla, braga y guantes... ¡ Vamos, todo un escaparate de moda deportiva !. No os podéis imaginar el olor a reflex, radiosalil, alcohol de romero... que dejamos en los pasillos del hotel.

Sobre las diez y cuarto, con el amigo Martín haciendo funciones de reportero gráfico, nos fuimos a la Plaza Mayor, lugar de la salida. No había prácticamente ni un alma. Únicamente, algunos miembros de la organización andaban por allí. No parecía que hubiera carrera alguna. El relente del Duero se dejaba notar cuando la marea soplaba, por lo que buscamos un banco al sol para pasar el rato. Poco a poco iba habiendo movimiento y, como si hubieran abierto la Puerta el Obispo o la de Doña Urraca empezó a llegar gente. Nos terminamos de cambiar, llevamos la bolsa al guardarropas, penúltima meadita en los servicios portátiles habilitados para la ocasión, foto oficial y a calentar.
A las once menos cinco nos llaman por megafonía para dirigirnos a la línea de salida. Nos deseamos suerte y a las once en punto de la mañana, sonó el disparo que anunciaba el inicio de este XXXII Medio Maratón Ciudad de Zamora en el que estábamos participando unos 700 corredores, bajo una temperatura de tres grados y con el ánimo  de un buen número de familiares y amigos que nos aplaudían. 
Hicimos dos grupos. En el delantero, los " máquinas ", es decir, Santos, Timón, Pirchu y Germán. En la cola, los tractores, uséase, el presi, el compadre, el vete y JesPil. Hasta el Km 10, donde tuvimos una tendida cuestecita de unos quinientos metros, recorrido prácticamente llano, por las calles de Zamora, la zona comercial y por la bonita Ribera del Río Duero por un magnífico carril-bici. Por delante, se rompió el grupo, quedándose por un lado Santos y Timón y por otro, Pirchu y Germán. Por detras, fue otra historia. Aquello era como un entrenamiento, pero algo más rápido. Chascarrilos por allí, chistes por allá. Conocimos a unos de Deleitosa, a otro que era compañero de un banquero que trabaja aquí, se nos presentó un colega de Aranjuez que conoce la zona, hasta que se nos unió un tío simpático que llevaba poco más de un año corriendo y que era su primer medio maratón: Felipe el de Benavente. El tío iba sobrao pero, como él lo que quería era terminar, se quedó con nosotros. No paramos de cascar en toda la carrera; nos contó hasta lo que le gustaba cenar. En fin, un tío cojonudo que, incluso cuando el presi tuvo que pararse debajo de un puente a soltar líquido o cuando le dio el tirón al tesorero, decidió quedarse a esperarnos. Así fue discurriendo la carrera. 
La parte más dura y fea de la carrera la encontramos sobre el km. 14, en el Barrio del Carrascal, al otro lado de Zamora cruzando el Río Duero. Ahí unas cuestecitas nos hicieron callarnos, si bien, tampoco fue mucho rato. Por aquí Timón, viendo que Santos iba muy bien, le invitó a irse en solitario. y éste dio un pequeño acelerón y se fue marchando poco a poco. Pirchu y Germán seguían juntos a un buen ritmo y nosotros a lo nuestro. Yo, pasándolo algo mal después de estos meses de inactividad tras la lesión, Javi y César muy bien y el presi, a su ritmo, también muy bien, charlando con el colega Felipe que nos iba haciendo también de guía pues se conocía perfectamente el recorrido.

Y poco a poco íbamos llegando al final. Santos fue le primero en hacerlo seguido muy de cerca de Timón. Pirchu y Germán entraron juntos en meta unos minutos después, animados por nuestra afición y por un gran número de aficionados presente en la meta de la Ciudad Deportiva. Mientras tanto, nosotros íbamos recogiendo por el camino a alguno que otro que lo iba pasando mal, como una simpática y guapa inglesa al que le estaba costando trabajo terminar. Le animamos y nos la llevamos en volandas hasta la línea de meta donde nos estaban esperando también nuestras familias. La entrada en la pista y la llegada a meta, espectacular e inolvidable, con toda la grada aplaudiéndonos y nombrándonos por megafonía. Incluso el Director Deportivo de la prueba vino a felicitarnos y a darnos las gracias por haber venido desde tan lejos.
Así transcurrió, en líneas generales, la carrera. Todos la conseguimos terminar con menor o mayor dificultad, ya que, a los 21 kms de la prueba hubo que sumar todo lo que llevábamos encima del fin de semana que, como se suele decir, no fue "moco de pavo ". ¡ Enhorabuena a todos y gracias a nuestras mujeres e hijos por habernos dado ese incondicional apoyo. Ellas y ellos son nuestro trofeo más preciado.

Este medio maratón zamorano fue ganado por el atleta del C.D. La Bañeza, Jorge Rodríguez con una marca de 01:09:51. En segundo lugar entró en meta Pablo Rodríguez Pérez con un tiempo de 01:11:24, siendo Ángel A. Nieto Felipe el tercer clasificado, con un registro de 01:12:26.

En categoría femenina, la campeona fue Andrea Román García con 01:23:42, seguida de Rebeca Ruiz Díez con 01:24:44 y Verónica Sánchez Romero con 01:26:22.

Y aunque es lo menos importante de todo el fin de semana, éstos son los tiempos de los lanchacabreros:

- Juanjo Santos: 01:33:48.
- Timón: 01:34:22
- Pirchu: 01:37:53
- Germán: 01:37:53
- Javi Vete: 01:56:26
- César: 01:56:26
- Presi: 01:56 
- JesPil: 01:56:26

Podéis ver la clasificación en: CLASIFICACIÓN M.M. ZAMORA 

Las fotos en : FOTOS ZAMORA 
( Gracias a Martín y a todos los que nos habeís enviado fotos )

Y, además, salimos en primera plana de un periódico digital de Zamora.: www.zamora24horas.com 

Y tras el esfuerzo, una reconfortante ducha en el hotel, unas cervecitas y a comer en el Rte "Toma pan y moja ", donde fuimos atendidos por unos simpaticos camareros, debiendo ser la excepción a la regla, pues nos encontramos a cada cardo detrás de la barra de aquí no te menees.

Después de comer, despedida, foto de familia y cada mochuelo a su olivo, con la sensación general de haber pasado un excepcional fin de semana, donde ha primado la amistad y el compañerismo y con la clara intención de volverlo a repetir el año que viene. Nos hemos acordado de todos los del club y de aquellos que, finalmente, no pudieron venir, animando a todos lo miembros del club a que la próxima vez podamos ser aún más.

Para ir terminando, recordaros que el próximo MIÉRCOLES día 16 de marzo, a las 20 horas, en el Kiosco, entregaremos la nueva equipación que nos ha regalado nuestro patrocinador VERAVIC, así como un polo, regalado, en esta ocasión, por el Bar NUEVO KIOSCO. Tanto la equipación como el polo, lo estrenaremos en el Cross. Muchas gracias a nuestros patrocinadores.

Por último, recordaros que el sábado 19 de marzo tenemos nuestro VI Cross Camino de la Ermita de la Dehesa. Os esperamos el viernes a partir de las 18 h. en la Casa Parroquial por si hay que echar una mano en algo, así como el sábado 19, sobre todo aquellos que no podáis correr. A los que podáis, nos gustaría que así lo hicierais pues tenemos que intentar correr la mayoría de miembros del club.

Como siempre, ha sido un auténtico placer haber vuelto a representar a este club tan serio y a esta camiseta y a este escudo.


 
Y como estamos en época de penitencia y recogimiento, os presento a la penitente Talore, pidiendo por todos nosotros.

Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.



1 comentario:

  1. Estupendo fin de semana, precioso reportaje y guapa y completa cronica

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