martes, 1 de octubre de 2013

CRÓNICA CARRERA NOCTURNA GUADALQUIVIR


Simplemente, Sevilla.

Suena mi teléfono a eso de las 13 horas del viernes 27. Veo en la pantalla que es el Presi. Descuelgo el auricular. Sin mediar palabra y con voz seria me dice: “ Que no voy a Sevilla “. “ Estarás de cachondeo “, le respondo. Me lo vuelve a repetir. “ Que no, que no voy a Sevilla “ y me explica las razones. No me podía creer que un par de días antes había sido el amigo Santos, y horas antes de salir sea el Presi el que se caiga de la expedición. ¡ Vaya tela ¡ Y encima, también nos llevamos al tesorero con su lesión en el hombro y a Rafa lesionado en el pie. Seguro que algún mal de ojos nos han echado, pues peor suerte no se puede tener.

Así es que, con estas bajas de última hora,  salió el pasado viernes día 27,a eso de las 15,30 horas de nuestra Plaza de Santa Ana, la expedición del C.D. Lanchacabrera hacia tierras hispalenses, para participar en la XXV Edición de la Carrera Nocturna del Guadalquivir y, a la vez disfrutar de un inolvidable fin de semana. Finalmente fuimos del club Javi Vete, Rafa y el que suscribe ( J.J. JesPil ),  acompañados de los amigos Miguel Ángel “ Mosqui “  y de Martín, junto con nuestras respectivas familias. Desde Jaraíz Javi, Miguel Ángel y yo, desde Cáceres, Martín y desde Madrid acudió Rafa.


Tras la parada de rigor en “ El Culebrín “ para tomar café y merendar, llegamos a Sevilla a eso de las 19,30 horas acompañados de las primeras gotas de una lluvia, que ya nos nos iba a abandonar en toda la tarde-noche del viernes.

Tras el correspondiene reparto de habitaciones en el hotel, empezamos la tarea de prepararnos para la carrera. Con el oportuno permiso del Sr. Presidente, nos pusimos las equipaciones del Club y decidimos correr: Martín, Miguel Ángel, mi hijo Jesús y yo. El amigo Javi, con su brazo en cabestrillo no se atrevió a hacerlo, pues las condiciones externas tampoco eran las mejores, con el asfalto mojado y el gentío que iba a haber, con miedo a resbalones, empujones etc. Rafa aún no había llegado de la capital.
A eso de las 21 horas nos dirigimos, con todas las familias, hacia la zona del Parque de María Luisa, que era donde estaba ubicada la salida. La tromba de agua que nos empezó a caer fue impresionante. Alrededor de las 21,15 h. estábamos en las inmediaciones del arco de salida, debajo de un árbol, empapados hasta los huesos. A nuestras mujeres e hijos, que querían habernos visto salir, les dijimos que se resguardaran en algún sitio cerrado o que regresaran al hotel pues aquello no tenía pinta de que fuera a amainar en los siguientes minutos. Se fueron hacia la Estación de Autobuses con Javi, como jefe de expedición, y allí pudieron esperar y secarse un poco. Después decidieron volver al hotel. Mientras tanto, a nosotros nos quedaban aún casi 45 minutos de espera bajo la lluvia y el fresquito que empezaba a hacer. Estábamos con los tirantillos, las calzonillas y  los pies mojados. ¡
Vaya estreno que les dimos  a las Saucony ! Nos metimos debajo del Puente de Los Remedios  donde había cerca de 500 corredores resguardándose de las inclemencias metereologicas. Calentamos, estiramos… El tiempo pasaba muy despacio. A las 21,45 nos fuimos definitivamente a la zona de salida. Y a partir de ahí todo fue ya IMPRESIONANTE. Varios regueros de atletas empezaron  a llegar por todos sitios, hasta alcanzar la cifra de unos 20.000 corredores.Algunos disfrazados, otros en chubasqueros, había de todas las indumentarias imaginarias, pero empapados de los pies a la cabeza. Allí ya no cabía ni un alma. Empezaron los botes, los cánticos, las palmas sevillanas y se nos olvidó que llovía y que hacía frío. Se ponía la piel de gallina.
A las 22 horas, globos al aire y a correr a lo largo de los 8.800 metros del circuito sevillano. Como es lógico, el primer kilómetro prácticamente andando, pese a la gran anchura del Paseo de las Delicias y del resto de las calles. Paso inmediato por la famosa Torre del Oro y la Real Maestranza de Caballerías, Paseo de Colón. Pese al mal tiempo, muchísimo público presenciando la carrera. Poco a poco pudimos aumentar ligeramente el ritmo e ir buscando los huecos, si bien al querer ir todos juntos, éste fue más bien tranquilo. Sobre el kilómetro 3 nos adentramos en la famosa calle Torneo. Ahí nos encontramos a una banda de Jazz amenizando estoicamente el paso de los atletas. En este punto, de nuevo empezó a arreciar la lluvia de forma considerable, pero los músicos, al igual que en la famosa película, no quisieron abandonar el barco. Pasado el kilómetro 4,5 tuvimos el avituallamiento líquido. Los voluntarios no daban abasto para entregar tantas botellas de agua. Enseguida, uno de los pasos emblemáticos del circuito: el famoso Puente de Triana. Aquí Martín se emocionó, se fijó en una camiseta con el número 5 y se olvidó de los que íbamos con él. En esta zona, el público, espectacular. La carrera iba llegando poco a poco a su final. Aún pasamos por la Esperanza de Triana ( hubo que santiguarse ) , por la Plaza de Cuba, y entramos en el último kilòmetro para cruzar el Puente de Los Remedios y adentrarnos, juntos de la mano, bajo una fuerte lluvia y un gentío impresionante, en la espectacular Plaza de España. Nos saludamos y di un abrazo a mi heredero Jesús pues era la primera carrera que hacía con él, ( y espero que no sea la última ).

Todos llegamos estupendamente y con el unánime comentario que había merecido mucho la pena. Lo peor, que nuestras queridas mujeres y los niños nos pudieron vernos. Pero bueno, otras ediciones habrá y, seguro, que con mejor tiempo. 
Nada más terminar, debido a que seguía lloviendo y empezábamos a quedarnos helados, recogimos la medalla conmemorativa, la botellita de isotónico, nos tomamos un par de rápidas Cruzcampos, nos hicimos una foto con el móvil y nos fuimos al hotel a darnos una ducha, cenar, saludar  al amigo Rafa y Sra. que acababan de llegar, y empezar nuestra otra carrera, nuestro particular triatlón: el de las cervecitas, los pescaítos, las copas y flamenqueo en el Madrugá…Pero esa carrera, no la voy a contar. Hay que vivirla.

Lo dicho, fin de semana único e irrepetible, con la mente puesta en muchos momentos en los que no pudieron venir y con la intención de repetir, si no en Sevilla, sí en otro sitio, este tipo de experiencias, que unen, hacen a los amigos más amigos, (para eso uno tiene los bemoles de hacerse en tren desde Madrid más de 500 kilómetros para llegar casi a las 11 de la noche, con el fin de estar con sus amigos sabiendo que no va a correr ), y donde la amistad está por encima de carreras, marcas, clasificaciones, y de otras historias. Esto también es parte de un club. 
En fin, gracias a nuestras familias por la paciencia que tienen con nosotros y a todos, mil gracias, por el maravilloso fin de semana que hemos pasado. 

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Y como el trabajo se acumula, de nuevo la felicitación a SUSI GIL y SERGIO que han vuelto a subir al pódium. Y esta vez ha sido en una de las pruebas más duras del calendario de carreras de montaña: el Cross Pueblo de los Artesanos. Susi ha sido primero en su categoría y Sergio, segundo en la suya. A éstos no hay quien los pare.
También nuestra enhorabuena a Ramón Timón, que pese a haber corrido con su club cacereño, también sus logros nos llenan de satisfacción. Y, en este caso, terminar el mini-maratón, no era “ moco de pavo “. 

Y para que algunos no me digan nada, felicito también a los atléticos, que se aprovecharon de la caraja madridista de este inicio de temporada.

Las fotos de Sevilla las podéis ver en: CARRERA SEVILLA.
Algunas fotos del Cross Artesanos en: CROSS ARTESANOS.

Las clasificaciones en: CROSS ARTESANOS - M.MARATÓN ARTESANOS.

En fin, recuerdos de una guapa aficionada bética que andaba por allí calentando el ambiente para el partido del Betis del domingo por la tarde.

Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.

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