CRÓNICA DE LA IV CARRERA PENCONA

¡¡ Sí señor !!. Era verdad, es cierto que existen dos tipos de corredores, y ayer doce lanchacabreros lo demostramos, aunque algunos compañeros ya la habían corrido en alguna de las tres ediciones anteriores.

Desde que nos juntamos en El Kiosko a las 8.00 ya se presagiaba una buena jornada. Nos encontramos de todo, desde los chavales que se metían su penúltimo cubata antes de caerse muertos en la cama, hasta los madrugadores que se pedían su copa de Soberano con un par, hasta los subnormales que nos juntamos para pasar más de 3 horas corriendo y haber pagado por ello.

El ambiente en Aldeanueva genial, al llegar veías a los compañeros calentando y como siempre, a saludar a casi todos, con un tema común entre todos los conocidos de fuera de Jaraíz: ¿Cómo os han dejado fuera del Circuito Popular de La Vera?; ¿Pero no se dan cuenta que sois el Club más numeroso de la Comarca?; ¿Quién nos va a animar este verano si vosotros no venís?. En fin, es lo que hay.

Tras la recogida de dorsales y el control de firmas (como los profesionales de verdad), nos dispusimos a esperar el cohete, pero en este caso la salida nos la dio el "spiker".

Una vuelta por el pueblo y otra vez a pasar por la pancarta de salida para ir calentando las piernas, y ya se empezaron a ir haciendo los grupos dependiendo de la fuerza o las ganas con las que los participantes afrontábamos la prueba. A los comentarios de siempre, añadir las noticios de la actualidad, así nos enteramos, por ejemplo, del nuevo uso que van a tener los pepinos españoles.

En fin, a subir, y subir y subir, y en los pocos descansos con falso llano que existían, fuimos capaces de que un chico de "El Bierzo" nos prometiera para el año que viene un botillo para nuestro Club, ya que no tuvimos fortuna en el sorteo, por lo menos que nos caiga algo.

Después del segundo avituallamiento, empezamos a ver a los que iban delante de nosostros escalando por un cortado, nos miramos sin decir nada y tragamos saliva; en fin que como alguno insinuaba, teníamos que conseguir el título de cabrero ¡¡ Qué fatiga !!y que no nos digan que los primeros pasaban corriendo proque es completamente imposible.

Cuando ya creíamos que todo rastro humano era imposible (salvo que estuviera por allí Juanito Oyarzabal) y empezábamos a entender por que llamaban a aquello el Collado de los buitres, una voz que creíamos procedente de ultratumba, nos devolvió a la realidad: ¡Vamos con la junta directiva, que no se diga!. Sólo nos quedaban fuerzas para decir a la vez :¡capullo!. Allí en lo alto, teníamos a Germán y a Miguel cogiendo los dorsales. La verdad, un alivio encontrarse con caras conocidas en mitad de la nada y menos mal que nos dijeron que tuviéramos cuidado con la bajada, que si no a lo mejor no nos enteramos ¡Madre mía!, si por casualidad te tropiezas, seguro que apareces en la Ermita de la dehesa.

Además, de vez en cuando te llevabas un susto de muerte, pues lo que menos esperabas encontrar por allí era un persona y a veces hasta un mulo, pues teníais que ver al "presi" metiendo la cabeza en las gargantas y cabestreando debajo del agua.

Una vez pasado lo peor, sólo nos quedaba recorrer un montón de kilómetros por la sierra, que al final, en la bajada a Aldeanueva se hacían interminables, dejando atrás un montón de compañeros con calambres, problemas musculares y alguna torcedura.

La llegada era necesaria, menos mal que nos esperaba la familia y todos los amigos que ya habían llegado.

Muy bien la organización, con buenos avituallamientos, buen ambiente, muy buena asistencia para los participantes, mucha cerveza y migas para hartarse, y un sinfín de regalos en el sorteo, aunque nuestro Club es este golpe, no tuvo nada de suerte.

Enhorabuena a todos los que hemos conseguido terminar esta prueba y hemos subido de categoría, pues ya sabemos que hay dos tipos de corredores: "Los que han terminado una Pencona y ..."

Los que tengáis fotos las vais mandando para que las publiquemos.