Hay quien prefiere correr en solitario y hay quien prefiere correr en grupo. Ambas opciones son igual de respetables; incluso no son incompatibles. Hay veces que no te queda más remedio que salir a correr solo y, en otras muchas ocasiones , se sale a correr acompañado/a de algún amigo/a o compañero/a.
Pero ¿ quién gana ? Para resolverlo, os suscribo un artículo de la corredora Gema Payá de la web, www.carreraspopulares.com,en la que nos explica las diferencias y los aspectos comunes de ambas modalidades.
Correr ensolitario y correr en grupo: ¿ Quién gana ?
" ¿Existe la receta para engancharse a esto del running? O lo que para
muchos se convierte en su reto semanal, ¿cómo hacer para coger el hábito
de salir a correr? Para conseguirlo, ¿ salgo a correr a solas o en grupo ? Aquí van los ´pro y contra´ que puedes encontrarte al salir a correr a solas o en cambio, al hacerlo en grupo.
“Yo misma me organizo, así no tengo que depender de nadie”. Reconozco
que soy de estas, de las que intento organizarme el día, pero que en
ocasiones no sé muy bien cómo puede acabar, por mucho que intente
tenerlo todo organizado para sacar ese ratito para salir a correr. La
mochila que dejé preparada la noche anterior vuelve a casa conforme
salió, intacta. Bueno, es entonces cuando pienso: “Mañana saldré, ya
tengo la mochila preparada”. Salvo estos imprevistos o “escaqueos”,
existen fuertes motivos por los que sigo apostando el seguir entrenando en solitario:
- A mi aire. La primera razón y ya mencionada es el no depender de nadie, así puedo organizarme a mi manera, decidir cuándo salir a correr.
- Disciplina & organización. Incluir el entrenamiento en mi
jornada laboral se convierte en una tarea más, un hábito saludable. Yo
misma soy capaz de saber cuándo dedico mi tiempo al trabajo y cuándo lo
destino a practicar deporte.
- Luchar contra la pereza. Marcarme una rutina y cumplir los
pequeños retos que voy marcándome a lo largo del día se convierte en un
entreno personal, pues hacer frente a la pereza, en ocasiones, no
resulta tan sencillo.
- Entrenar el ‘coco’, mayor control. El día de la carrera correré
sola, contra mi misma y no sé las jugarretas que puede tenerme
preparadas mi mente: “Qué estoy haciendo aquí, tengo calor, me duele
todo, voy a parar”. Al entrenar sola, habrá momentos en que pueda
enfrentarme a situaciones similares y el pasar por ellas me ayudará a no
decaer en plena carrera.
- Relajación. Entrenar en solitario, yo y el sonido de mis pisadas. El
lograr desconectar de todos y de todo. Es mi momento. De hecho, la
Universidad del Sur de Dallas encontró que existe una relación directa
entre correr y la capacidad que puede tener una persona para relajarse
más fácilmente. Según el estudio, practicar ejercicios de intensidad
media-alta de forma regular ayuda a tolerar mejor el estrés.
Si eres capaz de lograr todo lo que acabo de mencionar, enhorabuena.
Cuando corres en solitario ganas mucho, pero, ponte en situación,
¿alguna vez te ha preguntado qué pasaría si lo hicieses en compañía?
- Motivación colectiva. Habrán días que tiraré yo y otros que lo harán de mí. La motivación de superarse crece de forma exponencial. ¿Qué hay de esos piques sanos?
- Luchar contra contra los escaqueos. A veces con mi propia motivación no es suficiente. Necesito comprometerme con alguien para obligarme a hacerlo. ¿Qué hay de esta conversión? “De no haber quedado contigo, no habría salido a correr”.
Si sigues siendo un corredor solitario o por el contario, dudas si empezar a entrenar en grupo, te invito a que pruebes la parte que tienes pendiente. ¿Quién sabe todo lo que te puede dar? Opino que no hay un entreno mejor que otro, solo pruébalos y luego decide cuánto te aporta cada uno."
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