lunes, 11 de marzo de 2013

CRÓNICA DE LA I SUBIDA AL CAMORRO DE CASTAÑAR DE IBOR

Todos preveíamos como iba a ser la subida al Camorro, pero nada comparado con lo que posteriormente nos íbamos a encontrar.


Dolor de nuca toda la mañana de tanto mirar al cielo, por si nos llovía o no nos llovía (finalmente, el tiempo nos respetó), y sobre las 9.00, nos juntamos los "lanchacabreros valientes", pero sólo "los valientes", dígase Susi, Ismael, Miguel Ángel Gómez, Miguel Labra, y yo como no podía ser de otra forma, en la plaza de Castañar de Ibor, a disfrutar del ambiente previo de todas las carreras. Quizás había 2 ó 3 que no conocíamos, el resto ya somos como una gran familia.



Calentamiento por los alrededores de la plaza, animados por César, nuestro speaker favorito y tras pasar el control de dorsales, nos dio Enrique la salida a las 10.00.

Callejamos poco, pues Castañar de Ibor, es pequeñito, y rápidamente, cogimos un camino de unos 300 metros que desembocaba en un gran charco, pero como todo el recorrido iba a estar igual, decidimos mojarnos y chapotear desde el principio.

Ahí empezó una cuesta de 1700 metros muy duros, no sólo por el desnivel, sino por que te pilla totalmente en frío, hasta el primer avituallamiento (estaba en el km. 2); se continua subiendo durante unos 1200 metros más, para desembocar en una especie de desfiladero, que por allí unos llamaban cortafuegos y otros un cortado; y evidentemente, había que subirlo. En fin, 800 metros de infarto, se notaban los gemelos tensos como cuerdas de arco a punto de estallar (como para nuestro compañero Jespil) y por supuesto, los que tuviesen vértigo, que no se les ocurriese mirar para abajo.

Coronando el cortafuegos, quedaban otros 1500 metros de subida más tendida, aunque evidentemente después de eso, cualquier cosa era tendida. Y luego bajada, mucha bajada y mucos charcos, y el paisaje una maravilla de la naturaleza. Desde lo alto del Camorro, se divisaba toda la comarca de Los Ibores y es un verdadero escándalo.



Algunos de los nuestros como Susi e Ismael, dieron con sus huesos en el suelo (como muchos de los participantes), pero ya sabemos que son gajes del oficio.

Lo dicho, casi hasta el kilómetro 19 todo es prácticamente de bajada, y a partir de ahí, otro muro de 1500 metros que la verdad es que no es tan duro, pero con lo que llevábamos encima, se te hace un mundo.

Finalmente, callejeamos un poquito, para llegar de nuevo a la plaza. Una fiesta, pues dos lanchacabreros subimos al podio; Susi como 2º de veteranos, y "el menda" 1º de local ¡¡que sí joder!!, ¡¡que quedé el 1º!!. Sí, ya se que sólo corrí yo de mi pueblo ¡¡y que pasa!!.



Todos quedamos encantados con la pureba, muy bien organizada por parte de José María, el dinamizador deportivo de la zona, con un recorrido espectacular, aunque a alguunos, no nos importaría que quitasen el cortafuegos para el año que viene.



Tras la entrega de trofeos, dimos buena cuenta de una paella que se daba para los participantes en el Restaurante Avellaneda, y a nuestro compañero Hispano Carlitos casi le preparan un tupper para que se la traiga a casa.

Para repetir, y a ver si en las próximas ediciones podemos llevar una mayor representación.

Besos para todos que me voy con Mickey Mouse.

1 comentario:

  1. ¡ Qué envidia, amigo Javi !, pues sabes de la ilusión que me hacía correr en tu pueblo esta carrera y, a la vez, saludar a la gente que por allí conozco de los cuatro años maravillosos que pasé currando allí. Pero en fin, así han venido este año las cosas y no ha podido ser. Espero poder sacarme la espina el año que viene.
    Enhorabuena a todos por haber finalizado una carrera tan dura y haber quedado tan alto el nombre del C.D. Lanchacabrera. Lógicamente, felicidades a nuestro tigre por ese nuevo pódium conseguido, y a Labra por ese triplete que lleva en tres semanas.
    En fin, que te lo pases bien por tierras francesas y cuidadín con lo que hacemos.
    Saludos a todos. Juanjo JesPil.

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