lunes, 19 de diciembre de 2011

CRÓNICA DE LA III MEDIA MARATON VALDEHÚNCAR-NAVALMORAL

Extraordinaria la organización. Desde el primer momento hasta el último, pendiente de todos los corredores, de hecho, casi ninguno de los componentes del club Navalmaratón pudo participar para que todo saliese como salió. Creo que ha sido la mejor organización de todas las carreras en las que he participado, y el sentimiento es colectivo.


Mucho frío al llegar a Navalmoral, este año en el nuevo pabellón polideportivo Antonio Jara, cogimos nuestros dorsales y la bolsa del corredor. En este caso, no nos tocó la mochila, por el gran número de participantes que hubo (cerca de 500), pero la verdad, es que es un honor que cuenten con nosotros como gente de confianza para que los que vienen de fuera no se queden sin nada.

¡¡Al autobús chicos!!, ¡¡Que nos vamos de excursión!!. Tardamos alrededor de 8 ó 10 minutos en llegar a Valdehúncar, más o menos lo que íbamos a tardar en hacer la vuelta. En fin, vamos a ver si nos calentamos un poco y buscamos a alguien que nos pueda pagar un café, porque ninguno nos hemos traído ni un mísero céntimo. Menos mal que nuestro amigo Mon, siempre está preparado para cualquier ocasión.

Carreritas y saltitos para acá y para allá (no muchos, que como dice el Presi, nos quedan 21 km. para calentar) y ¡¡oh sorpresa!!; nuestro cronista oficial, D. Juan José, que en esta ocasión se nos queda fuera por lesión (como bien sabemos por modorro), ha venido a vernos y a estar un ratito con nosotros, y como no, a sacarnos unas fotos.

A las 11.00 en punto, y cuando a nuestro amigo Boni le vino bien, se nos dio el pistoletazo de salida. Ya sabéis, los primeros kilómetros un poco apretados y con toboganes continuos, hasta que se va estirando la carrera y nos vamos poniendo cada uno en su sitio.

Kilómetro 3, nuevo paso por Valdehúncar, sin entender muy bien como había tanta gente esperándonos con el frío que hacía. Muy agradecidos a todos.


Según íbamos avanzando en dirección a Millanes, se iba calentando el motor y a algunos casi nos sobraba la manga larga. La pasada por Millanes, de lujo, con un arco en mitad del pueblo que ya nos hubiese gustado a algunos que fuese la meta, pero en este caso era volante. En fin, que otro poquito de agua y a volar (o al menos eso es lo que sentimos nosotros), toda es recta inmensa cuesta abajo que desemboca en el Hospital.

A partir del km. 16, a callejear por Navalmoral. La verdad, es que creo que a todos se nos hacen muy largos esos últimos 3 ó 4 kilómetros sobre todo si vas sobrecargado después de tanto tiempo inactivo y tienes que parar a estirar cada pocos metros, paro hay que correrlos.

Muchos aplausos al llegar a meta y como hemos dicho, con una organización espectacular; duchas con agua caliente para casi todos, fisios, cuadro sanitario, comida y bebida para todos y en abundancia, stands con productos y el cariño y acogimiento fraternal de los miembros de Navalmaraton y de los Fondistas Moralos. Chicos, un 10


Al igual que un 10 se merece Ana (Mesón Santa Ana), que nos tenía preparada una paella y unas sopas de tomate para morirnos, pues veníamos como lobos. Un par de copitas y cada mochuelo a su olivo, a la espera de la próxima carrera, que si por bien es, será en la San Silvestre de nuestro pueblo, que casi con toda seguridad se celebrará el día 31 pero en horario de mañana. Ya lo informaremos convenientemente.

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