lunes, 4 de marzo de 2024

CRÓNICA M.M. LA TRAGAMILLAS

" CONTRA LOS ELEMENTOS "

Hace mucho tiempo que tenía entre ceja y ceja correr este medio maratón; había oído hablar de él, del gran Antonio Ledesma, el " Tragamillas ", corredor popular que da nombre a esta prueba, pero por unas cosas y otras, no me había decidido ir. Este año se presentó la ocasión y decidí inscribirme. Y no me ha defraudado en absoluto.

Era la segunda vez que corría un medio maratón en la sierra madrileña. El primero, quizás el más duro que he corrido junto con Béjar y Jarandilla, en San Lorenzo de El Escorial. Hoy, en Collado Villalba, el segundo, exigente y poco más. Y entre uno y otro, la gran diferencia, aparte de la dureza, ha sido la metereología. Si en San Lorenzo de El Escorial pasamos todo el calor del mundo pues se celebra a mediados de junio, esta mañana en Collado Villalva ha sido todo lo contrario. La nieve, el viento y el frío, pese a que a ratos salió el sol, ha añadido a la prueba un plus más de exigencia. Hoy tocó luchar contra los elementos.

Ya se preveía el sábado por la tarde que la jornada dominical podía ser épica. La nevada que cayó en la capital de España la tarde del sábado tiñó de blanco la cercana sierra madrileña, la cual se veia en todo su esplendor cuando me levanté el domingo y observé por la ventana desde el salón del piso de mi hija. Miré el móvil y vi que daba nieve sobre las nueve en Collado Villalba, pese a que en Madrid era el sol el protagonista a esas horas.

A las ocho salimos de Madrid; cogí la M30 y me dirigí hacia la A6-Ctra de La Coruña. Según íbamos avanzando hacia el norte de la capital, se vislumbraban unos nubarrones blancos a lo lejos que indicaban que no estaban allí de visita turística. Nada más dejar la A6 y entrar en el desvío hacia el Puerto de Navacerrada empezaron a caer los primeros copos de nieve. Pensé que menos mal que ya estoy llegando pues de lo contrario a lo mejor no habría podido llegar. Eran las 9 de la mañana, más o menos y la cosa pintaba fea.

Aparqué el coche y la nevada ya era bien copiosa. Hacía mucho viento y un frío que pelaba, con tres o cuatro grados negativos. Me fui a por el dorsal a la zona habilitada en la Ciudad Deportiva y los comentarios de los presentes era que la nevada duraría una hora aproximadamente, según indicaban las previsiones. Los móviles del personal echaban humo viendo a qué hora podría dejar de nevar.

Hice un poquito de tiempo pues daba mucha pereza cambiarse, Decidí hacerlo. Me di los ungüentos oportunos, me coloqué la chaqueta del chándal y a calentar. No me puse la camiseta de los tirantillos, haciendo caso a la esposa, aunque luego me arrepentí.

Poco a poco fue dejando de nevar, pero el aire y el frío seguían presentes y el sol empezó a hacer acto de presencia mientras calentaba. La suerte ya estaba echada y todo estaba a punto de empezar.

Así, a las diez en punto de la mañana y tras unas palabras del mítico " Tragamillas ", la alcaldesa de Collado Villalba dio la salida a este XVII Medio Maratón La Tragamillas. Nos esperaban 21 kms por la localidad y sus alrededores.

Salí tranquilo, pensando en disfrutar de la prueba. Los primeros kms los hice tranquilito, sin prisas pues, además, no tenía mucha idea del recorrido pese que  había visto en la web el perfil de la carrera. Sobre el km 3 me uní a Jorge y Fernando, las " liebres " del 01:45, pero vi que iban a un ritmo bastante más fuerte de lo que tenía que ser. Aún así, me quedé con ellos pero empecé a notar que mis piernas no iban lo alegres que han ido últimamente. Las notaba pesadas, tal vez por el frío, y, además, el fuerte viento de algunas zonas tampoco ayudaba. Entramos en la primera zona de tierra, en el llamado Parque de la Poveda que nos iba a llevar de nuevo muy cerca de la zona de salida. Ahora empezaban unos kms por la localidad por distintas urbanizaciones de bonitas casas, con animación del grupo local Ícaro en el km 6 aprox. 

Seguíamos a buen ritmo, pasamos el primer avituallamiento y la tónica general era de un circuito muy rompepiernas, de continuas subidas y bajadas, no muy fuertes, pero lo suficiente para que fuera complicado llevar un ritmo adecuado. Los chicos del globo me iban explicando el recorrido . En el km 10, paso por el centro de la ciudad, con bastante animación, con la gente aplaudiendo y con otra charanga dándole a la conocida " Amapola ". Llegamos al ecuador de la prueba y nos adentramos en la zona de tierra llamada El Coto, donde la nieve estaba presente en los caminos y el viento atizaba de lo lindo. En el km 12 dejamos esta zona, nos dieron el segundo avituallamiento y seguimos nuestra andadura.

Me iban avisando los colegas que a partir del 14 empezaba la parte más dura, con tres kms. bastante exigentes, habiendo un " muro en el 17 ". Me mentalicé para ello y aflojé la marcheta. Eran calles por dentro de la población pero sin ser una cosa del otro mundo. Yo esperaba el muro, la pared o algo similar, pero no llegó, o , al menos yo no lo ví. Sí había una pronunciada cuesta, tipo subida al Jaralillo o como muchas de las que tenemos por aquí, pero sin mayores complicaciones, donde, sin embargo, adelanté a un montón de corredores, pues ya íbamos juntos los del medio maratón y los 10k. 

Y a partir de aquí, apreté los machos y pese al dolor de pies que llevaba desde hacía un buen rato y a un pequeño calambre en el cuadriceps derecho que llegó algo maltrecho, dejé a los dos compañeros y me lancé hacia la meta pues los últimos kms eran bastante favorables. Adelanté y saludé al Tragamillas que estaba haciendo el 10k. Volvimos a pasar por el Parque de la Poveda para entrar enseguida en la magnífica pista de atletismo de la Ciudad Deportiva y dar la vuelta de honor entre los aplausos de mi esposa Pilar y el público allí concurrido, y terminar mi 113 medio maratón con un tiempo de 01:41:16 y muy contento por la marca realizada pese a las adversidades que habíamos tenido desde el principio de la jornada. Había terminado un medio maratón que no conocía, que no me ha defraudado y donde he podido disfrutar de una bonita carrera que, en verdad, me esperaba de más dureza.

Al final, fui a saludar a Antonio Ledesma, referente del atletismo popular en la Comunidad de Madrid, que me comentó que había hecho el M.M. de Jarandilla en un par de ocasiones, y recordaba, sobre todo, la dura subida al Guijo. Todo un personaje, con sus 1200 lunas, que es como él cuenta la edad que tiene.

Ganó este medio maratón el corredor Santiago Fernández Pérez con un registro de 01:12:15, siendo Pilar Arias Nieto con 01:30:26, la mejor en chicas.

Terminaron los 21k, un total de 512 corredores/as. El 10k lo completaron 315. Hubo unos 200 inscritos que no se presentaron.

La clasificación en: CLASIF. LA TRAGAMILLAS.

Las fotos en : FOTOS LA TRAGAMILLAS.

En cuanto a la organización, pese a un pequeño caos en la entrega de dorsales y el problema con las tallas de las camisetas, bastante bien. Estupenda bolsa del corredor con camiseta técnica, sudadera, medalla finisher muy chula, caldito caliente en meta, isotónicos, agua, bocadillo, barritas energéticas, fruta, brik de caldo etc.

En fin, esto es todo. Toca descansar pues hoy el cuerpo ha quedado más " tocado " que en otras ocasiones. Un fuerte dolor en el empeine del pie izquierdo me tiene todo el lunes renqueante; lo que no sé es cómo ni dónde pude haberme hecho daño. Cosas que pasan.

Y como decía el otro, así son las cosas y así os las he contado. Ahora, a pensar en el siguiente.

Con la que parece que esto del frío no iba con ella es la amiga Tasty...

Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.

 

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