Pues bien, para hablarnos de las cuestas y de cómo entrenarlas, os voy a dejar con un interesante artículo de la web " www.carreraspopulares.com " que nos ayudará a entenderlas mejor.
El corredor que subió una cuesta y bajó una montaña
" Llega un momento en la vida de todo corredor o corredora que nos
tenemos que enfrentar a la palabra mágica. Cuestas. El idioma español
además tiene el detalle de usar una palabra para nombrarlas que, además,
define lo que nos provocan. Y es que subir cuestas, cuesta.
Lamentablemente, no todo en la vida va a ser correr en llano o cuesta abajo. En cualquier situación nos podemos encontrar con que el terreno pica para arriba:
en una carrera, en un entrenamiento o simplemente haciendo turismo por
esa ciudad que tanto tiempo llevamos queriendo visitar. El terreno que
nos vamos a encontrar puede ser elevado, así que mejor estar preparados,
¿no? Acuérdate si no la próxima vez que participes en una carrera y te
encuentres una “cuesta mortal”. Como todo, si las entrenas, será más fácil.
Todo lo que sube, baja
Y lo primero que hay que entrenar es la actitud. Piensa que si en un recorrido
subes un poquito, después posiblemente venga la bajada, que
hará el resto del camino más fácil. Cuando llegues al final de la
subida, puedes dejarte caer un poco, recuperando la respiración,
soltando piernas, notando que las pulsaciones van bajando... En definitiva: descansar. ¿No merece ese momento que hagamos un pequeño esfuerzo?
Si la subida es empinada pero corta, puedes animarte un poco y subirla a ritmo vivo,
pues la bajada te ayudará a recuperar el aliento perdido en el
esfuerzo. Si la subida es más larga y con una pendiente más suave,
entonces sí tendrás que regular la intensidad para no perder demasiadas
fuerzas, lo que te hará pararte. Por eso, lo mejor es tener entrenadas
estas subidas, conocer nuestro cuerpo para saber cuál es nuestro “ritmo
de crucero” cuando nos encontramos con una cuesta.
Encontrando el umbral de sufrimiento
Al igual que con la mayoría de las cosas que nos encontramos en carrera, cuanto más difícil es algo, más nos beneficia.
El trabajo en cuestas aumenta nuestra resistencia y nos hace
acostumbramos a la sensación de esfuerzo, algo que tendrá recompensa en
nuestra carrera.
Es importante que no varíe nuestra cadencia. La cantidad de veces
que tu pie toca el suelo NO debe cambiar de una superficie plana a una
cuesta. Es tentador subir dando pasos más grandes, pero hacerlo con
pasos cortos y frecuentes hará que te canses menos. La forma de hacer
esto es acortar tu zancada. Mantén los pies justo debajo de tus
caderas y lanza los pies uno detrás de otro para avanzar más rápido pero
con pasos más cortos. De esta forma, gastarás mucha menos energía,
lo que mantendrá el motor en funcionamiento por mucho más tiempo antes
de quemarse.
Para mejorar nuestra postura, cadencia y actitud ante las cuestas nada
mejor que entrenar, como decíamos antes. Si no tienes entrenador que te
ponga planes adecuados en cuestas, trata de introducirlas en tu rutina una vez cada semana,
siempre que no estés en semana de competición para no poner más
esfuerzo a las piernas del necesario. Seguro que lo agradecerás. Piensa
que, en este caso, cuando más rápida sea la subida, más placentera será
la bajada."
Bueno, se acercan unas nuevas fiestas navideñas. En esta ocasión, distintas a las de otros años; no hemos podido tener la tradicional Cena de Navidad del club, no celebraremos nuestra San Silvestre Jaraiceña y las reuniones con familiares y amigos se verán muy reducidas.
Por eso, este año más que nunca, la Junta Directiva de este club tan serio y nuestra amiga Catherine, os queremos desear de corazón unas FELICES NAVIDADES y desearos un 2021 en el que la Paz y la Felicidad reine en vuestros corazones. También, pedir que nos respeten las lesiones y nos vayamos recuperando de las que tenemos y que toda esta pandemia que estamos pasando, se acabe cuanto antes. Y, por supuesto, cuidaros mucho.
Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario