martes, 31 de marzo de 2020

CÓMO LIMPIAR LAS ZAPATILLAS DE CORRER

Aunque en los tiempos que corren hacemos de casi todo, menos correr, podemos aprovechar estos largos ratos que tenemos encerrados en casa, para pasar más a menudo la mopa y la fregona, colocar armarios, tirar papeles que ya no necesitamos, hacer limpieza a fondo de la casa y, también, aprender a limpiar las zapatillas de correr.


Para ello, os voy a transcribir un artículo del corredor popular Chema Martínez Pastor, extraído de la web: www.carreraspopulares.com, en el que se nos detalla cómo hacer esta simple tarea para no deteriorar más de la cuenta las zapatillas y que no pierdan esas propiedades que, supuestamente, tienen y por las que hemos pagado un buen pellizco. 

¿ Sabes cómo limpiar las zapatillas de correr ?

" Para un corredor las zapatillas son algo más que una prenda que nos ponemos para evitar que nuestros pies descalzos pisen el suelo, o para controlar el ángulo de pisada y asegurar una buena postura de la musculatura y los huesos para minimizar el impacto. Nuestras zapatillas son parte de nuestra personalidad como runners. Elegimos con mimo la marca que vamos a usar porque es la que más nos representa. Nos pasamos horas probando modelos para asegurar que las elegidas son las que mejor nos sujetan el talón, o las que menos nos hacen daño en la parte delantera del pie. Las zapatillas hablan directamente con nuestros pies, los cuidan. Pero también le dicen al mundo: “aquí estoy yo”.

Lo que no nos gusta tanto es limpiarlas. O, por lo menos no a todo el mundo.
Hay quien se pasa a la hora de limpiarlas y hay quien puede no limpiarlas ni una sola vez durante toda la vida útil de la zapatilla.
 
Diferentes formas de limpiar la zapatilla.

Lo primero de todo, te recomendamos que lo hagas periódicamente porque unas zapatillas sucias pueden llevarte a la sensación errónea de que debes cambiarlas porque parecen más viejas de lo que realmente son. Si las cuidas bien, posiblemente te duren más tiempo.

Y tú, ¿cómo lo haces? 

¿En la lavadora? Primer error. Sí, salen relucientes de un lavado automático, pero por dentro pueden quedar destrozadas. El buen funcionamiento de una zapatilla se debe a una serie de elementos de sujeción, tensión o amortiguación que pueden quedar dañados por el movimiento o las altas temperaturas de una máquina de lavado. Ni siquiera en un programa corto o con agua fría: nunca las laves en lavadora.

 ¿Dejándolas a remojo en un cubo o barreño? Bien pensado. Dejarlas a remojo con agua no dañará tu calzado, siempre que sea solo con agua. No uses productos químicos o lejía porque dañarás los materiales exteriores y perderán sus propiedades. El método de dejarlas en remojo es válido, aunque dependiendo del tipo de suciedad puede no ser el más efectivo y tiene el inconveniente de que necesitarás bastante tiempo para que se sequen. Más abajo hablamos del secado, que también es importante.

¿Con productos de limpieza de calzado? Puede parecer acertado, sobre todo si no contienen muchos químicos. Sin embargo, a no ser que sea un producto muy específico para zapatos deportivos, mejor que no hagas experimentos. Casi todos los productos de limpieza de calzado se basan en betunes o ceras que nuestras zapatillas de correr no necesitan.

¿Con un paño y agua? Suele ser la solución más efectiva para la mayoría de las ocasiones. También una esponja o estropajo suave pueden ayudarte en la tarea. Pasarlas un paño o estropajo con agua es una solución que eliminará la suciedad superficial y las dejará relucientes de nuevo.

¿Con un cepillo? Esta opción es la más indicada para la suela de la zapatilla, sobre todo en caso de barro o arena. Un buen repaso con un cepillo de calzado o incluso un cepillo de dientes viejo te ayudará a dejar las suelas limpias, si tienes barro en las zonas superiores de la zapatilla, mejor quitarlo con un paño para no dañar el upper.

¿Y los cordones? Si los cordones están sucios también parecerá que las zapatillas
están más viejas. Aprovecha que puedes sacarlos para meterlos en la lavadora (siempre dentro de una funda para que no se cuelen) y déjalos como si fueran nuevos. Infórmate del material del que están hechos, porque puede haber algunos elásticos que no soporten el agua caliente.

 ¿Cómo las seco?

Por supuesto, tampoco las seques en la secadora porque las dañará. Evita ponerlas cerca de fuentes de calor directo, así como del sol. Esto evitará que los componentes se deformen o despeguen, lo que se transformaría en una pérdida de sujeción o amortiguación.

Lo mejor es que las dejes secar al aire en una zona ventilada y a la sombra. Si están muy húmedas y las vas a necesitar al día siguiente, lo mejor es que las rellenes de papel de periódico o revistas viejas para que absorban el agua."

Y si algunos tenéis dudas de cómo hacer esta tarea o cualquier otra, le podéis consultar a Jasmine  que, a buen seguro, os dará buenas recomendaciones.

Saludos a todos y nos vemos, cuando podamos, por esos caminos y carreteras.






1 comentario:

  1. que, a buen seguro, os dará buenas recomendaciones.

    Saludos a todos y nos vemos, cuando podamos, por esos caminos y carreteras. https://babbex.com/sucursales-banorte/

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