El sábado por la tarde, acompañado por su esposa Pilar , se dirigió hasta esta bonita localidad de la provincia de Badajoz para así no tenerse que pegar el madrugón por la mañana y evitarse también las posibles nieblas o heladas en la carretera. Tras pasar la noche en un coqueto hotelito, alrededor de las 8,30 de la mañana abrió el ojo, corrió las cortinas y observó que una espesa niebla cubría totalmente el paisaje de la población. Bajó a desayunar dirigiéndose , posteriormente, a la Plaza de Hernán Cortés a recoger el dorsal y la bolsa del corredor. En el breve trayecto, comprobó que hacía también un intenso frío . La combinación era mala. Sólo quedaba la esperanza de que la niebla levantara y el sol hiciera acto de presencia.
Una vez recogido el dorsal, de vuelta al hotel a cambiarse, a acicalarse y darse los habituales ungüentos. Sobre las diez de la mañana se fue de nuevo a la plaza anteriormente citada para hacer el oportuno calentamiento. Al ir hacia allá se encontró con la madrina de nuestro cross popular, la, amiga Maricruz, con la que charló un ratito y fue informado acerca del recorrido que le esperaba. La hora de inicio se iba acercando y el frío continuaba siendo bastante intenso, si bien, parecía que la niebla quería empezar a desaparecer, aunque aún no se divisaban las almenas del castillo medieval que, un rato después, habría que subir.
" La salida fue a ritmo alto, cuesta abajo durante el primer kilómetro , para, después, empezar a llanear. Salimos del pueblo, dejamos el asfalto y nos dirigimos por caminos a una bonita charca que bordeamos ante la mirada de los pescadores que allí se encontraban. En esta zona, me uní a un amigo de Malpartida de Cáceres y a otro de San Vicente de Alcántara, llevando unos metros por delante a Maricruz, su marido Alberto, la jarandillana Mercedes Pila y varios corredores más. Dejamos el paraje de la charca y continuamos por caminos que nos llevaban por la parte de la derecha del pueblo hasta llegar al espectacular Puente Romano sobre el río Guadiana, el cual cruzamos en el km. 6. Aquí nos dieron el primer avituallamiento y ya empezamos a divisar la primera de las dos duras cuestas que íbamos a tener que subir: nos esperaba la subida a la montaña de Quinto Cecilio, un cuestón de cemento, de unos 800 metros que empezaríamos a ascender sobre el km.9. Aquí nos quedamos solos el colega sanvicenteño y el menda lerenda. Agachamos la cabeza, dejamos a un lado la conversación y a patear hacia arriba. Una vez coronada la cuesta, giro a la derecha para bordear la montaña, y varios repechos más circunvalando la montaña, hasta empezar de nuevo el descenso hacia el Puente Romano. La primera dificultad estaba hecha, y tampoco había sido para tanto.
Pero no hubo mucho tiempo para recuperar pues inmediatamente después, tras darnos el segundo avituallamiento al cruzar el puente, empezamos lo duro de verdad con la subida al Castillo de Medellín, una durísima ascensión de , aproximadamente, un kilómetro desde que arranca abajo, y con unos setencientos metros por un jodido y empinado empedrado que finalizaban en una zona de gravilla donde era prácticamente imposible apoyar bien los pies y que daba acceso al interior del castillo y ponía fin al calvario. En esta zona adelantamos a varios de los corredores que teníamos por delante. Una vez dentro del recinto, salida por otra de sus puertas y rápido y peligroso descenso hacia la zona de meta para empezar la segunda vuelta. Ya había un sol radiante sobre Medellín y los manguitos empezaban a sobrar.
Con una marca de 01:50:27 entré en la línea de meta , muy contento por la carrera realizada, pues salvo en momentos muy puntuales apenas sufrí, sin molestias en las piernas y con la sensación de, incluso, haber podido apretar algo más, lo cual tampoco fue necesario. Había concluido mi 109 medio maratón, en una carrera muy bonita, que merece la pena hacer y con la conclusión de que no " era tan fiero el león como le pintaban " o, al menos, eso me pareció a mí, tal vez, por el recuerdo de la dureza de Jarandilla siete días antes. Además, eso de terminar cuesta abajo, haciendo un sprint entre los aplausos del personal, te hace irte con otra sensación.
Y, encima, la alegría fue doble cuando un rato después veo en la clasificación, que había quedado el 3º de los Veteranos C. La mañana había sido completa.
Ganó este medio maratón el corredor Félix Barrios Parra, con registro de 01:12:18, seguido de Bruno Paixao con 01:14:26 y de Víctor García con 01:23:11.
En chicas, la mejor fue Gema Martín con una marca de 01:25:30, seguida de Mercedes Pila con 01:45:21 y de Mª. Fernanda Fdez con 01:45:43.Finalizaron este medio maratón un total de 57 participantes.
La clasificación en: CLASIF. M.M. MEDELLÍN.
Las fotos en: FOTOS M.M. MEDELLÍN.
En cuanto a la organización, bastante bien; circuito bien señalizado, cuatro avitallamientos y buena bolsa del corredor con camiseta técnica, mochila, medalla finisher, tarrinas de iberitos, gel de baño, crema hidratante, agua, fruta, así como barril de cerveza y una pizza que estaba buenísima.
Como siempre, ha sido un honor volver a representar a este club tan serio.
Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.
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