lunes, 9 de marzo de 2020

" LOS PERRITOS SUELTOS..."

Como este pasado fin de semana no ha habido actividad competitiva de ningún lanchacabrero, os voy a poner un artículo de Borja Martínez, extraído de la web: www.carreraspopulares.com, en el que nos habla de un tema que nos preocupa mucho a los corredores cuando salimos a entrenar al campo, como es el de los perros sueltos. ¿ Por qué nos tenemos que jugar el físico cada vez que vemos a un perro suelto en un camino público ?

¿ Hasta cuándo tenemos que soportar los corredores a los perros sueltos ?

" Creo que todos los corredores hemos tenido algún incidente más o menos leve con algún perro. Que quede claro de entrada que no tengo nada contra estos animales. Es más, yo también he tenido perro y he corrido con él. Pero esto no trata de canes y de su comportamiento. Sino de la falta de educación y de respeto de las personas.

Leo y escucho con cabreo cada vez más historias de corredores que tienen accidentes por cruzarse con un perro. O que reciben una mordedura del animal. Yo mismo he tenido varias ‘movidas’ porque se me han cruzado perros en un camino de un parque o porque me han perseguido intentando morderme.

Esos animales, claro, tanto en mi caso como en el de amigos y conocidos a los que me refería anteriormente, iban sin correa. Sinceramente, me encanta que los canes puedan ir sueltos y libres, que correteen alegres y pizpiretos por los caminos y las praderas de los parques. Pero si eso va a suponer un peligro para un corredor, ¡tienen que ir atados!

Y no me refiero solo a los perros agresivos. Cualquiera que no pueda ser controlado por su dueño debe ir con su correa. Lo dicen las ordenanzas municipales. Cada ciudad tiene la suya, pero lo común es que haya unas horas y unos espacios habilitados para que los perros vayan sueltos. Pero esas normativas dejan bien claro que el animal debe ir controlado en cada momento y estar a la vista del dueño. Y si el perro es de los que sale al encuentro de corredores o se mueve rápido y despistado habitualmente, poco controlado está. 

Respeto

Así que un perro que corre divirtiéndose por el parque, moviéndose de forma errática y sin mirar al cruzar (es un perro, por Dios, y se comporta como un perro!) es un perro peligroso para corredores y ciclistas, pero también para cualquier paseante, incluso personas mayores o niños.


En el caso de los corredores el asunto es más delicado, porque el perro se cruza, te da un golpe en la pierna cuando te persigue y te ladra y te vas de bruces al suelo. A mí me pasó una vez y a muchos conocidos también. Lo mío fue un rasguño en la rodilla, lo de otros ha sido algo peor. Y no me vale eso de que “el perro no hace nada” o “sólo quiere jugar”. ¡Yo no quiero jugar y, mucho menos, caerme! 

Porque luego llega la segunda parte. Lo normal es que un incidente de este tipo derive en una discusión con el dueño al que le gritas indignado y nervioso que llame a su perro o que le lleve atado. En muy pocos casos la actitud del hombre o mujer con el que discutes es de disculpa o arrepentimiento. Lo normal es que se defienda con argumentos peregrinos o incluso que acabe profiriendo insultos y diciendo que tiene derecho a llevar a su perro suelto.
Pues no, me niego a tener que seguir soportando esas actitudes y esas situaciones. Sólo pido RESPETO y que se cumplan las normas. Porque los perros son unos animales demasiado bellos como para que se conviertan en un motivo de accidente o de discusión entre personas. "

En fin, seguro que muchos de vosotros os identificáis con lo que de dice el
autor de este texto. 

Esta misma tarde, sin más, me he tenido yo que dar la vuelta al final del paseo de Torremenga pues había un perrazo suelto mientras su dueño estaba enredando o escuchando música dentro del coche. Lo vi y pensé : ¿ Sigo o me doy la vuelta ? Como doscientos metros más o menos me daban igual, me giré y volví por donde había ido. A lo mejor no me había hecho nada, pero, ante la duda y, teniendo en cuenta mi pavor hacia la mayoría de los canes, reaccioné de esa manera. Hace unos días, por el camino que hay detrás de la piscina municipal de Jaraíz, más de lo mismo: dos perros de esos con pinta de muy chungos en mitad del camino. Hice lo mismo, cogí las de Villadiego y para otro sitio.

¿ Qué necesidad tenemos las personas que corremos, andamos o montamos en bici por el campo, de aguantar esas situaciones ? ¿ Por qué no se toman medidas más contundentes por parte de las autoridades y hacemos rascarse el bolsillo, que es lo que realmente duele, a aquellos dueños que llevan a esos animales sueltos y son unos irresponsables ? 

Sinceramente, creo que no hay solución.

¿ Pensará Marry lo mismo  ?

Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.


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