Antes de meternos de lleno en el
intenso fin de semana que hemos tenido muchos lanchacabreros, en nombre de todo
el C.D. Lanchacabrera, queremos enviar un fuerte abrazo a nuestro querido amigo
y compañero José Antonio Gómez Parrales que el pasado domingo tuvo que pasar
por uno de los tragos más amargos que puede haber en esta vida, como es el
fallecimiento de un hermano. Amigo Jośe A. recibid Tere, tú y toda tu familia,
todo nuestro ánimo, apoyo y todas las energías que os podamos infundir para
pasar estos malos momentos.
Como decía en el encabezado de
esta entrada, este fin de semana ha sido, deportivamente hablando de los más
intensos de los últimos tiempos, no ya por el número de lanchacabreros en
acción, sino por los diversos y variados frentes en los que hemos estado
participando: José “ Máquina “ , Timón, Susi y Germán en el Maratón de Sevilla,
Sergio Gil en el III Medio Maratón Villa de Guadalupe, y Miguel A. “ Labra “,
el primo Alfredo, J.J. Santos, Pirchu, Javi “ Vete “ y J.J. JesPil en el VI
Medio Maratón Ciudad de Coria .
En líneas generales, y a la
espera de que unos y otros nos hagan llegar sus respectivas crónicas, podemos
decir que los resultados obtenidos han sido muy satisfactorios. Todos hemos
conseguido terminar las pruebas, y, salvo las molestias musculares ( gemelo de Timón ) o
articulares ( rodilla de Germán ) típicas después de haber realizado un gran esfuerzo, parece que no
ha habido ninguna lesión digna de reseñar. Nuestra enhorabuena a los
maratonianos pues han sido todos unos auténticos jabatos, han realizado unas
fabulosas marcas ya que todos sabemos o imaginamos las dificultades que entraña
correr 42 kilòmetros a nuestra edad, después de toda la semana currando y
después de realizar un largo viaje en coche hasta Sevilla. Y también a nuestro
pipiolo Sergio Gil que subió al segundo cajón del pódium en su categoría en su
primera participación en el Medio Maratón Villa de Guadalupe, habiendo
comprobado “ in situ “ la enorme dureza de esa prueba de montaña. Y,
lógicamente, extendemos las felicitaciones a los seis compañeros que
participaron en el Medio Maratón de Coria, obteniendo también unos buenos
resultados, tal y como os detallaré más adelante.
En fin, tras esta ronda de
felicitaciones, os dejo con la crónica del VI Medio Maratón Ciudad de Coria.
EL TIKI-TAKA
Fastidiados por la mala noticia
de que nuestro Presidente no nos iba a poder acompañar a la capital del Valle
del Alagón debido a la hospitalización de su Sra. madre ( a la que deseamos una
pronta recuperación ),tras sacarnos Reyes la foto de rigor en la Plaza de Santa Ana,
y con una temperatura más bien fresca, emprendimos viaje hacia tierras
caurienses los lanchacabreros anteriormente mencionados, con la sana intención
de pasar un buen día festivo-deportivo. Como ya casi toda la carretera es
autovía, en poco menos de una hora llegamos a Coria. Labra, que tuvo un
ajetreado viaje, llegó con el tiempo más justo. Aparcamos los coches enfrente
del pabellón cubierto, nos fuimos a recoger los dorsales y la bolsa del
corredor, que incluia una bonita y práctica mochila, camiseta técnica, tickets
de descuento en bares y establecimientos de la ciudad, así como folletos
informativos y publicitarios y nos fuimos a tomar un cafetito pues la fresca
mañana te invitaba a ello. Enseguida empezaron a aparecer por allí muchas caras
conocidas, como los hispanos Alan y Raúl Pacheco que iban a participar en el
Cross, el amigo Paco Barquilla, los moralos Juli, Alberto, Juan Carlos,
Faustino y sus hermanos, Antonio Serradilla, etc. Con más tranquilidad que en
otras ocasiones, nos bajamos a los vestuarios, algunos visitaron a Roca y
empezamos con los trámites de costumbre: ungüentos, vaselina, tiritas,
geles...La duda habitual en invierno: ¿ qué nos ponemos debajo de la equipación
?. Vete lo tenía claro: manga larga. Labra, Alfredo y Santos se decidieron por
una manga corta y Pirchu y el menda decidimos salir en tirantillos. ( Alguno
estuvo a punto de correr en chándal ).
Tras el correspondiente y
oportuno calentamiento nos dirigimos hacia la zona de salida donde nos
esperaban el resto de los 250 corredores que íbamos a tomar parte en esta
prueba.
Y a las 11 en punto de la mañana,
con un buen sol en lo alto de esta histórica ciudad, emprendimos la marcha atrás de estos
21.097 metros. Salvo el colega Labra que salió escopetado, el resto decidimos
ir iniciar juntos la aventura. Los primeros kilómetros por el centro de la
ciudad fueron rapidillos pero sin la alegría de otras ocasiones. Tras el paso
por la Catedral, salimos de la parte antigua de Coria y nos dirigimos hacia el
Río Alagón. Este kilómetro, al ser cuesta abajo, lo hicimos bastante más
rápido. Durante estos kilómetros fuimos teniendo bastante conversación y fue
bastante entretenido. Todos íbamos manteniendo el ritmo y el tipo. Tras pasar
el puente de hierro, giramos a la izquierda y nos encaminamos hacia la pedanía
de Rincón del Obispo. En esta zona abierta de este bonito valle, el viento
soplaba de cara y con bastante fuerza. Nosotros íbamos encabezando un grupeto
de unos diez corredores que, muy listos ellos, aguantaban detrás de nosotros
sabiendo que le íbamos cortando el aire ( bueno, yo corto poco aire, la verdad
). Aquí nos ofrecieron el segundo avituallamiento de la jornada con animación
musical incluida. Quizás un poco pronto pues era el kilómetro 8 de carrera. Los
que habíamos corrido esta prueba en ediciones anteriores sabíamos que la
primera dificultad/cuesta estaba a punto de llegar. Giramos a la derecha y
llegamos a la zona donde en el mes de mayo se celebra la tradicional romería de
San Isidro y donde, en esas ocasiones, los contentos romeros nos ofrecen
cervezas, litronas, cubalitros que, nosotros,a regañadientes, rechazamos.
Este año, no había esa animación especial en esta zona. Al llegar a esta parte más dura, Javi se fue quedando un poquito y los demás continuábamos con nuestra marcha. Subimos la cuestecilla y encaramos ya la segunda parte de la carrera. Ahora ya no teníamos el aire de cara, más bien de costado pero que no molestaba tanto. Al ser el Km. 10 nos volvieron a dar agua. Nos tomamos el oportuno gel. Santos y el primo Alfredo nos iban marcando el ritmo. Pirchu, pese a ser su primer medio maratón en bastante tiempo, iba aguantando el tipo, aunque ya iba notando en sus piernas esa falta de competición. Javi prefirió no forzar más de la cuenta, hizo caso a su cabeza y mantuvo su paso. Sobre el km. 12 empezaron mis penurias. El aviso que me había dado el estómago la noche anterior y esa misma mañana empezaron a convertirse en una amenaza. Un tremendo dolor en el vientre apenas me dejaba dar dos pasos seguidos. Pensé en pararme. Me acordé de los famosos apretones de Susi, de la “ escapada “ de José “ Máquina “ en Almaraz hace algún tiempo, y de César, el de Majadas, y su palomar. Con fuertes retorcijones fui aguantando hasta que poco a poco se me fue pasando. Estuve unos kilómetros bastante “ jodido “. El primo y Santos se fueron unos metros que ya fueron muy difíciles de recuperar. Además, tampoco era cuestión de apretar sabiendo que lo más duro de la prueba estaba aún por llegar. Por el paso por las parcelas próximas a Coria también nos acordamos de cómo los lugareños nos ofrecían agua fresca de los pozos, si bien, allí estaban dándonos sus ánimos.
Poco a poco íbamos ya
divisando de nuevo la majestuosa catedral cauriense y ya se iba adivinando la
famosa “ Subida del Cubo “. De nuevo, cruzamos el puente de hierro, pasamos por el concurrido Tiki-Taka y tras
hacer un giro en la Avda de la Isla, encaramos la famosa “ cuestecita “. Labra
ya la había pasado unos minutos antes. Imagino que con su paso corto pero con
buen ritmo. Alfredo y Santos la encararon con ganas. Nuestro paisano Fervi nos
animaba con entusiamo.Yo intenté aproximarme a ellos todo lo que pude, apretando
los dientes y con la mirada en el suelo.
Unos metros por detrás, Pirchu dando también lo que le iba quedando dentro. Javi, contento porque sus calambres no le habían aparecido, también la subió con alegría. Habíamos pasado el “ cubo “, que, tras los comentarios posteriores de los que no lo habían subido nunca, se quedó en “ cubilete “. No había sido para tanto, fue el comentario unánime. Tras pasar por la puerta de la muralla, emprendimos los dos últimos kilómetros apoyados por un montòn de gente en las calles y por muchos chavales queriendo darnos la mano. Después de pasar nuevamente por la Catedral y callejear por las principales avenidas de la ciudad, fuimos llegando a meta. Todos más o menos contentos. Labra aterrizó con una gran marca de 01:27:58; el primo Alfredo y Santos llegaron juntos con 01:34:43; a los pocos segundos llegué yo con 01;35:06 y con el estómago fastidiado. Enseguida Pirchu en 01:35:40 y también con muy buenas sensaciones. Unos minutos después apareció un contentísimo Javi para hacer 01:39:40.
Este año, no había esa animación especial en esta zona. Al llegar a esta parte más dura, Javi se fue quedando un poquito y los demás continuábamos con nuestra marcha. Subimos la cuestecilla y encaramos ya la segunda parte de la carrera. Ahora ya no teníamos el aire de cara, más bien de costado pero que no molestaba tanto. Al ser el Km. 10 nos volvieron a dar agua. Nos tomamos el oportuno gel. Santos y el primo Alfredo nos iban marcando el ritmo. Pirchu, pese a ser su primer medio maratón en bastante tiempo, iba aguantando el tipo, aunque ya iba notando en sus piernas esa falta de competición. Javi prefirió no forzar más de la cuenta, hizo caso a su cabeza y mantuvo su paso. Sobre el km. 12 empezaron mis penurias. El aviso que me había dado el estómago la noche anterior y esa misma mañana empezaron a convertirse en una amenaza. Un tremendo dolor en el vientre apenas me dejaba dar dos pasos seguidos. Pensé en pararme. Me acordé de los famosos apretones de Susi, de la “ escapada “ de José “ Máquina “ en Almaraz hace algún tiempo, y de César, el de Majadas, y su palomar. Con fuertes retorcijones fui aguantando hasta que poco a poco se me fue pasando. Estuve unos kilómetros bastante “ jodido “. El primo y Santos se fueron unos metros que ya fueron muy difíciles de recuperar. Además, tampoco era cuestión de apretar sabiendo que lo más duro de la prueba estaba aún por llegar. Por el paso por las parcelas próximas a Coria también nos acordamos de cómo los lugareños nos ofrecían agua fresca de los pozos, si bien, allí estaban dándonos sus ánimos.
Unos metros por detrás, Pirchu dando también lo que le iba quedando dentro. Javi, contento porque sus calambres no le habían aparecido, también la subió con alegría. Habíamos pasado el “ cubo “, que, tras los comentarios posteriores de los que no lo habían subido nunca, se quedó en “ cubilete “. No había sido para tanto, fue el comentario unánime. Tras pasar por la puerta de la muralla, emprendimos los dos últimos kilómetros apoyados por un montòn de gente en las calles y por muchos chavales queriendo darnos la mano. Después de pasar nuevamente por la Catedral y callejear por las principales avenidas de la ciudad, fuimos llegando a meta. Todos más o menos contentos. Labra aterrizó con una gran marca de 01:27:58; el primo Alfredo y Santos llegaron juntos con 01:34:43; a los pocos segundos llegué yo con 01;35:06 y con el estómago fastidiado. Enseguida Pirchu en 01:35:40 y también con muy buenas sensaciones. Unos minutos después apareció un contentísimo Javi para hacer 01:39:40.
Tras recoger el resto de la bolsa
del corredor ( agua, isotónico ) nos fuimos de nuevo al pabellón a darnos, una
reconfortante ducha con agua helada. Bueno, todos no. El árbitro del grupo tiró
de influencias y lo hizo con agua caliente.
Una vez que nos duchamos y estiramos
un poquito, tocó reponer fuerzas. El Vete hizo de barman y nos sirvió unas
estupendas cañitas del barril que había para los corredores y como no nos gusta
abusar, continuamos en una terraza sentados al sol dando buena cuenta
de un estupendo arroz caldoso con el que la organización nos deleitó.
Y alrededor de las 15,30 horas algunos
nos vinimos hacia nuestra tierra y otros aún se quedaron por allí algún rato
más, finalizando la jornada en un bar de Torremenga en el que los chupitos y
algún que otro vaso largo terminaron de hidratarnos del todo.
En cuanto a la organización, muy
bien. Buena bolsa del corredor, pabellón a disposición de los corredores,
ropero, servicio de fisios, bonito recorrido y exquisito trato por parte de la
organización y voluntarios. Como otras veces, y se nota la afición al atletismo
que hay en Coria, mucha animación en la calle haciendo que el atleta se sienta
como en casa.
Las fotos en:FOTOS M.M. CORIA
( Gracias Reyes )
Para terminar, felicitar a Alan
Otero por su brillante victoria en el Cross “ Subida al Cubo “ que se disputó
de forma paralela al Medio Maratón así como a Raúl Pacheco que terminó también
en el segundo lugar de su categoría en la misma prueba.
En fin, esto dio de sí el Medio
Maratón de Coria; es el segundo que hacemos algunos en lo que va de año. A este
paso, si las lesiones nos respetan, creo que no voy a ser el único en hacer la
docena. Tiempo al tiempo. Las próximas citas, Camorro, Barruecos, Transcanchos…
Todo se andará.
Y como no todo va a ser correr, vamos a ir animando el Carnaval que se nos acerca.Para ello, os dejo con Ángela y Elianne que desde Río de Janeiro nos invitan a disfrutar de esta estupenda fiesta.
Como siempre, ha sido un placer representar nuevamente a este club tan serio.
Saludos a todos y nos vemos por esos caminos y carreteras.
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