Pues sí. Ya está aquí una de las crónicas más esperadas de cada año: la del Maratón de Sevilla. Pero en esta ocasión no ha sido Timón el emocionado cronista; esta vez ha sido el amigo Germán el que la ha escrito.Y leyéndola, se nota aún la emoción que han vivido este fin de semana en la capital andaluza nuestros amigos y compañeros Timón, Susi, Germán, Ismael, M. Ángel y el hispano Alan, acompañados por el fiel escudero, que pronto será primer espada, Sergio Gil. Desde aquí, y en nombre del resto de compañeros del club, ¡ ENHORABUENA, MONSTRUOS ! El sacrificio de estos meses ha merecido la pena.
Pues nada, os dejo con la crónica.
………..
TIENE UN COLOR ESPECIAL
Lo hemos conseguido.
Hemos consumado un sueño hasta no hace muchos años casi
imposible, como mínimo de imaginar, pero el pasado fin de
semana varios miembros de nuestro club han realizado su primera
MARATON. Y no podía ser en otro escenario, ni en otra ciudad,
ni en otro ambiente como el de Sevilla. Pues sí, la 29 edición
de la Maratón de Sevilla que quedará en nuestras
mentes, nuestros corazones como todo cuanto acontece la primera vez.
Susi, Ismael,
nuestro amigo el Hispano Alan, nuestro promesa Sergio, que al revés
de todos nosotros está deseando cumplir años, en
concreto los 18 para poder dejar de ser un espectador y convertirse
en un auténtico runner de larga distancia, ( todo un ejemplo
), y el que esta vez escribe estas líneas Germán,
salimos hacia la capital hispalense el pasado sábado para
juntarnos en Mérida junto al verdadero maratoniano del club, y
culpable de esta aventura, Timón que lleva ya 4 ediciones y
que iba bien acompañado por los amigos del Club Maratón
Caceres Julio, Juanma y su presidente nuestro paisano Antonio. En
Sevilla se encontraba nuestro compañero Miguel A.Garcia y
familia, su hermano Jose, su mujer y nuestra amiga Toñi,
hermana de ambos.
Nada más llegar
nos dirigimos al gran escenario y nuevamente punto de llegada de
esta edición, el estadio de “La Cartuja” donde recogimos
los dorsales, vales de comida, bolsa del corredor , paseamos y vimos
los diferentes stand de la feria del corredor y la primera grata
sorpresa: nos encontramos y nos fotografiamos con el gran Martín
Fiz, con el que charlamos unos instantes. Nos dijo que estaba un poco
tocado pero que correría, si bien, al final no pudo tomar la
salida. Nos dá igual, con nosotros ya había cumplido.
Llegamos al hotel y una
vez recolocados nos fuimos a comer por la zona habilitada para el
evento en la instalación de El Fuerte en la isla de la
cartuja, donde recordamos Timón y yo la escapada que hicimos
allá por el año 92 a la Expo. ¡ Qúe
tiempos !, Quién iba a decir que 20 años después
… en fin….
Regresamos al hotel y
sin tiempo para reposar salimos a vivir esta gran ciudad desde
dentro, en el corazón de la misma, paseos, fotos, contemplando
la Giralda y algún otro “monumento” andante, tanto que a
veces se nos olvidaba para que estábamos allí, charlas,
risas, chistes algún café, aquarius, cena y al hotel
antes de que nos salga el indio que llevamos dentro. Por fin nos
encontramos a Miguel A., Saludos, breve charla y a las habitaciones,
ver el fútbol y a dormir o intentarlo, que a las 6:15 toca
diana.
Sin tiempo casi para
planchar la oreja ya estábamos en pie. Se acercaba la hora H.
Los nervios afloraban en el estómago, se sentía un
cosquilleo, realmente ya se empezaba a asimilar para qué
estábamos allí, sobre todo después de no haber
podido disfrutar plenamente del gran desayuno bufet que teníamos
concertado.Prisas, se me olvida algo, no llegamos, cuanta gente, que
frío hace, estos donde se han metido, que vamos tarde, se
habían abierto la hostilidades, por un momento parecíamos
todos Juanjo jespil, sin el alcohol de romero claro está.
Caos a la hora de acceder
al ropero, no por culpa de la organización, sino por que
éramos muchos y todos teníamos nuestras prisas. Sin dar
casi tiempo al calentamiento, ya estábamos situados en la
línea de salida; el pescado estaba vendido, no había
marcha atrás.Yo creo que el mayor momento de un atleta popular
iba a producirse por fin. A ritmo de ACDC se da la salida.
Rápidamente Timón, Alan y Susi se marchan a por el
globo de 3.30. Yo me quedo con Julio que ya sabe de qué va
esto y marcamos a ritmo confortable, que esto es muy largo.Ismael
más atrás, y Miguel y su hermano José, ni idea
donde están.
Van cayendo kilómetros
disfrutando del recorrido, sitios emblemáticos. Ya, en el 5,
la torre del oro. Un poco más adelante la Maestranza. Entre el
13 y el 15 la ermita La Macarena, (ay¡¡, perdón),
el barrio de Triana que no sé en concreto en qué punto
fue, pero sé que pasamos por él .Y sin darnos cuenta el
medio maratón se había hecho 21,097 kilometros. Vamos
justo a la mitad y llevábamos casi dos horas corriendo; eso
sí, a un ritmo como de anuncio, hecho para disfrutar.
Nos acercábamos al
kilómetro 30 sobre el que recaen todos los maleficios, el
llamado “muro”, donde si te has pasado antes pues lo vas a pagar,
y no es ni más ni menos que un bajón de fuerzas
generalizadas donde no responden piernas, brazos, respiración,
etc. Yo por gracias no lo viví, pero en el 33, cuando nos
disponíamos a entrar el parque María Luisa, un terrible
dolor en la pierna derecha me hizo parar de golpe, se me vino el
mundo encima, a Julio le dije que siguiera y, mientras, estuve
estirando un poco. Pero esto tenía mala pinta (posteriormente
me dijo Timon que había sufrido un calambre aunque nadie me le
había presentado). Pues nada, a sufrir de lo lindo.Me las
prometía muy felices y, mira por donde, decir que esos 9
kilómetros eran realmente los más espectaculares del
recorrido: Plaza España grandiosa, zona de la Giralda
sobrecogedora, donde la gente te hace un pasillo y te anima con todas
sus fuerzas y su gracia andaluza. Yo, literalmente, con la pierna
arrastra y la rodilla sin poder doblarla del dolor tan intenso que
la recorría. Pero el amor propio, la voluntad y los animos
hacían que fuera superando cada kilómetro de tortura
que me quedaba. Faltando 3 ó 4 kilómetros, y tras ir
superando otros atletas en peores condiciones que yo, diviso a mi
compañero de fatiga, lo que me sirve de estimulante para no
darme por vencido y poder hacer la entrada en su compañía.
Llego a duras penas a su altura y ahí nos vamos juntos. Pero
faltando menos de un kilómetro, sin enterarme, le pega un
viaje y le pierdo, disminuyo la marcha miro para atrás me paro
y no consigo verle entre tanta gente. Prosigo y, de pronto, aparece
a mi lado, le había dado un tirón. ¡ Qué
alegría!. Después de todo ibamos a conseguir llegar
juntos. Atravesamos el túnel de entrada al estadio y sentimos
una sensación indescriptible, pues sólo nos separan 300
metros de conseguirlo. En la recta contraria a la de meta nos
cruzamos con un tipo alto, calvo, como chupao, dándonos
ánimos, llamándomos campeones, chocándonos las
manos, hasta escribiendo estas líneas me emociona recordarlo,
el gran Chema Martinez. Total na; al cabo de hora y media de su
llegada se digna bajar a pie de pista.Pero qué grande eres, me
cago en la mar. Encaramos la curva 100 metros, y por fin la recta de
meta, con gente en la grada aplaudiendo. Chocamos las manos Julio y
yo con enorme satisfacción y cruzamos la meta brazos en alto
cual auténticos campeones (imagino que esta sensación
las habrá vividos todos y cada unos de los compañeros
que hemos realizado esta gran aventura de la cual hago eco en nombre
de todos). Allí nos esperaba Timón y nos fundimos los
tres en una gran y emocionante abrazo.
Nos fuimos encontrando
todos los compañeros en el túnel de recogida de la ropa
con una sensación de objetivo cumplido, recordando y quedando
atrás los meses de duro entrenamiento que por fin, con más
o menos sufrimiento, se vió recompensado con la llegada a
línea de meta.
Comida de nuevo en grupo,
recogida de vehículos y salida con destino a nuestros hogares,
no sin antes parar por el camino, echar un café, despedida y
quedada para otra andadura, que suponemos no será muy lejana.
Como anécdota de
las multiples sucedidas durante el fin de semana, la que realmente
fue sorprendente y, a la vez sobrecogedora, que nos surgió en
carrera, cuando llegó a nuestra altura un “joven” que a la
voz de “con estos paisanos voy” entablamos conversación
durante algunos kilómetros y tras comentarle que yo hacía
mi primera Maratón y felicitarme por ello, le pregunté
que cuántas llevaba, respondiendo con un suspiro que tantas
como ediciones se llevan celebrando, quedándonos con la boca
abierta, su 29ª edición y sólo en Sevilla. Y al
mes que viene cumple el Maratón numero 20 en Badajoz, es
decir, desde su inauguración viene participando. Vaya tela.
Curioseando en casa busco, por que me sonaba, un número del
año 2009 de la revista Corricolari, y ahí está
en una foto entrando a meta, como homenaje que le rindieron en la
edición numero 25 de este Maratón. Sí señor,
D. Elias Chavete de Merida, todo un placer, como canta el gran Fito
“Que te puedo decir si yo acabo de llegar….”
Ante la magnitud del
evento y por el gran número de participantes, no somos
conscientes de lo que hemos logrado.Impensable hace años
vuelvo a repetir, sólo lo asimilamos y entendemos gracias a
todas las muestras de cariño y felicitación que hemos
recibido de familia, amigos, compañeros, conocidos, que nos
ven como lo que realmente NO somos. Eso sí que es un premio,
como para no emocionarse.
Con todo el compañerismo
y camaradería vivida este fin de semana, unido a la admiración
que hemos recibido de todo el mundo, todo esto mezclado y bien
mezclado, hace que realmente nos sintamos orgullosos, tanto de haber
representado a nuestro pueblo como a nuestro CLUB. A todos gracias y
un saludo de corazón….
Éstas son sus marcas realizadas.
Podéis ver algunas fotos más en: MARATÓN DE SEVILLA
Después de leer tu crónica(casi tan larga como el maratón,jeje)casi ,y digo casi,le dan a uno ganas de ponerse a correr un maratón, amigo.Reiterar lo que ya os he dicho,ENHORABUENA por lo conseguido,que no es "moco de pavo" y un placer enorme contar con amigos tan grandes como vosotros,"peaso maquinas"!!!!
ResponderEliminarComo decía el torero: "im-precionante".
ResponderEliminarSi os ven vuestros profesores de educación física de E.G.B no se lo creen, pues siempre recortabais por el interior de la pista polideportiva para ahorraros recorrido.
!ENHORABUENA por la hazaña".
Ahora el cross popular la Ermita os va a parecer un paseo.
Desde Navalmoral, daros mi más efusiva enhorabuena por la carrera hecha, por haber conseguido finalizar la prueba reina para un atleta popular, y en un marco incomparable: Sevilla.
ResponderEliminarFaustino García