lunes, 17 de diciembre de 2012

CRÓNICA IV MEDIO MARATÓN NAVALMORAL 2012



“ Rubia, dame tu guassá ”


 

Antes de meternos de lleno en la crónica de este IV Medio Maratón de Navalmoral, quiero hacer una mención especial a la exitosa reaparición, en esto de las carreras, del amigo y compañero Miguel Ángel Gómez. Como todos conocéis, Miguel Ángel tuvo un accidente doméstico hace dos años que le provocó una grave lesión con la rotura de los ligamentos cruzados de su rodilla derecha. Pues bien, tras pasar por el quirófano y empezar una dura rehabilitación a base de fisio, gimnasio, bicicleta, andar, entrenamientos en solitario, etc, se ha vuelto a poner las calzonas de correr, participando en la jornada de hoy en este medio maratón. Y no lo ha hecho simplemente para terminar y probarse; Lo ha hecho a lo grande, tardando 1:27:18  en finalizar la dura y exigente prueba morala. Creo que merece todo nuestro aplauso, no ya por el carrerón que ha realizado, sino por cómo ha llevado a cabo todo  el proceso de recuperación: con constancia ( otros no hubiéramos tenido tanta paciencia ), sin prisas, haciendo caso a los profesionales que le estaban ayudando, etc. Desde aquí, amigo Miguel Ángel, enhorabuena y, a partir de ahora, te volveremos a ver en muchas carreras, al menos en la salida, pues después será misión imposible.También felicidades a tu mujer Mª.Mar pues, seguramente, habrá tenido que tener más paciencia aún que tú para aguantar esos momentos en los que habrás estado a punto de tirar la toalla. Lo dicho, bienvenido de nuevo campeón.

A las 9,15 de la mañana estábamos convocados en la Plaza de Santa Ana los miembros del C.D. Lanchacabrera que íbamos a disputar este IV Medio Maratón de Navalmoral de la Mata que estrenaba recorrido. Allí nos presentamos el Sr. Presidente, Susi Gil, Ismael, José “ Máquina “, Germán, M.A. Labrador ( el que no entrena ), el primo Alfredo y yo ( JesPil ). Tras sacarnos la foto de rigor, como buenamente pudimos, pues hoy no teníamos reportero gráfico, ni andaba por allí el amigo Cachomeno, nos montamos en los coches y nos fuimos hacia la capital de la comarca del Campo Arañuelo. En Navalmoral se unieron al grupo M.A. Gómez y el compadre del Presi, uséase, César, que es de Majadas. Como llegamos con suficiente tiempo, nos fuimos hacia el pabellón “ Antonio Jara “ a recoger los dorsales y la bolsa del corredor, la cual, en principio, nos pareció un tanto ... aunque luego mejoró notablemente. Allí, como siempre, saludos a los organizadores del C.D. Navalmaratón, a Boni, Faustino, Juli, Manolo, Antonio y al resto de amigos que ya vamos teniendo por todos lados. Por allí andaban los hispanos jaraiceños, Dionisio, los Fondistas Moralos con su Presidente de Honor a la cabeza, los colegas del C.A. Plasencia, del Club Maratón Cáceres, incluso algún amiguete miajadeño de la época en la que algunos jugábamos al fútbol-sala. Como el tiempo se echaba encima, nos fuimos a los coches a por la ropa y empezamos el ritual; Las dudas de siempre, manga larga o manga corta, con guantes o a pelo, con tirantillos o con camiseta debajo, calzonillas o piratas, gorra o pañuelo a la cabeza, zapatillas o chanclas. Ahora los ungüentos, el alcohol de romero, la vaselina, el radio-salil, la gomina para el flequillo de Susi... Una vez bien acicalados, nos fuimos a realizar el calentamiento por los alrededores del pabellón.Unos cinco minutos antes de la salida aparecieron por allí las jarandillanas Raquel y Conchi que se dirigieron hacia la salida para ver si les dejaban correr pues no estaban inscritas. Y claro, les dejaron. A lo mejor si voy yo me dicen que me ponga en algún cruce o que reparta mandarinas con algún paisano que había por allí...


Y, con cierto acongojo por los comentarios que nos iban llegando por el perfil de la carrera, nos dirigimos hacia el arco de salida donde, a las once en punto de la mañana, con una excelente temperatura para correr, con amenaza de una lluvia que , finalmente, no cayó y con rachas de viento en contra, Miguel Ángel Gamonal dio el pistoletazo de salida de esta prueba y unas 1.000 zapatillas empezaron a hacer su trabajo. Y la pruebecita no defraudó. El que haya venido a correr este medio maratón pensando que era como el de los años anteriores, se ha llevado un sorpresón morrocotudo, pues, al menos para mí y para mucha gente, la prueba ha sido dura de verdad, con más de un 70% de la carrera en subida. Empezamos con Susi y los dos Miguel Ángel por delante, otro grupo con Germán Alfredo y yo, algo más retrasados Javi Vete, José César, Ismael y Juanjo Presi. Los tres primeros kilómetros eran prácticamente llanos, pero a partir del paso por el hospital la carretera se puso cuesta arriba y empezó a poner a cada uno en su sitio; Además, el aire en contra fue un inesperado e incómodo invitado que, de vez en cuando, dificultaba la marcha.  El primo Alfredo, que se había estudiado minuciosamente el perfil, nos iba indicando lo que nos iba a ir llegando. Hasta la localidad de Millanes ( KM 10 ) hubo poco tiempo para el relax. Mucho sube y baja y a un ritmo bastante aceptable, a unos 4,20-4,30 el kilómetro. Antes de llegar a Millanes se unió a nosotros el grupito de Plasencia liderado por Antonio que con su gracia habitual nos hizo pasar un rato divertido. Durante esos kilómetros fuimos acompañando, sin adelantarle, a una rubita de D. Benito que, lógicamente, iba abriendo el grupeto y que nos llevaba detrás con la mirada " perdida " y marcándonos el ritmo llevándonos a " cojón sacao ". El placentino le pidió su “ guassá “ pero ella no le hizo caso omiso.  Así llegamos a Millanes donde estaba la meta volante de la etapa. Tras bajar una fuerte pendiente, nos dispusimos a subir otra buena cuesta a la salida del pueblo, en la que nos dieron el segundo avituallamiento. ¡ Vaya tela ! Eso de tener que beber subiendo es una castaña. Pierdes el ritmo, la respiración, te atragantas; Además, al ir a sacar el gel del bolsillo, me equivoqué y saqué el que no era y me junté en las manos con los dos geles y la botella de agua. No bebí hasta que el cuestón no suavizó. Después, pude guardarme el gel en el bolsillo de la calzonilla como buenamente pude. Tras pasar estas rampas a las afueras de Millanes y tener un kilometrillo de relax, ¡ zas !, en el kilómetro 13 otra subida,. Aquí Germán dio un acelerón al que Alfredo y yo no respondimos pues la fuerzas andaban algo justas. Después, yo dejé a Alfredo, que no sé si quedó con la rubia, e intenté acercarme a Germán. En el 16 se acabaron la cuestas y empezó una tremenda bajada que nos llevó hasta Navalmoral. Y aquí algunos cometimos otro error: bajar a tumba abierta. Y claro, al llegar a Navalmoral, aún quedaban dos kilómetros para llegar a meta. Para mí y, para muchos por los comentarios que después escuché, fueron eternos. ¡ Vaya pájara ! Como para no llegar. Si no hubiera sido por lo poco que quedaba me voy a casa. Mi compañera de trabajo Lucía me saludó y creo que ni la contesté. Aquí Alfredo anduvo chungo, con calambres y malas sensaciones y lo pasó realmente mal. Y por fin, llegamos a meta. Lógicamente, antes que nosotros habían llegado M.A. Gómez ( 1:27:18 ), Susi ( 1:28:39 ) y M.Ángel ( 1:30:12 ) y Germán ( 1:34:08 ). Después llegamos el que suscribe ( 1:35:12 ), Alfredo ( 1:38:30 ), Javi ( 1:40:49 ), César el de Majadas ( 1:46:41 ), José Máquina ( 1:48:19 ) Ismael ( 1:53:47 ) y el Presi ( 1:54:37 ) Cada cual con sus sensaciones, mejores o peores pero con otra carrera más en la buchaca.
Decir que Carlos Gazapo Bravo resultó ganador de la categoría masculina con un tiempo de 1:07:20, seguido de Bruno Paixao, mientras que Raquel Gomez Martín lo hizo en la categoría femenina con una marca de 1:19:31.

Y si ahora debería de haber empezado lo bueno, para mí empezó un calvario. Decidí acudir al servicio de fisios que la organización había puesto a nuestra disposición. Tras más de media hora de espera me subí en la camilla donde me cogió un colega que me dejó doblao. Me metió un meneo impresionante. Entré andando y salí cojeando y con hielo en los gemelos. Las pasé, realmente, canutas. Vi todas las estrellas y el firmamento al completo. Yo no digo que el muchacho lo hiciera mejor o peor, pero si me quejaba, metía más los dedos y si no me quejaba también. No es igual que te dé el masaje un tío que una tía. Ellas tienen como más cuidado. De todas formas, creo que no vuelvo a ir a un fisio después de una carrera.  Entretanto, el resto de colegas se fue a dar una heladora ducha. Y como el Presidente tiene la fama que tiene, su amigo Boni se presentó en el vestuario, a voz en grito, con una Mahou en la mano y preguntando por él. Y, claro, pese a estar en paños menores, cogió la cervercita y se la ventiló como buen reconstituyente que es. Una vez duchados y acicalados nos fuimos al sorteo donde unos tuvimos más suerte que otros pues nos llevamos algún que otro regalito. Y como no era cuestión de venirnos tan pronto para casa, fuimos a dar buena cuenta de las cinco estrellas que en el bar iban quedando. Mientras tanto, Alfredo se dio una vuelta por los stands de la feria del corredor y adquirió unas estupendas musleras que le ayuden a solucionar sus problemillas musculares. Y poco a poco el pabellón se fue desalojando, si bien algunos aún permanecíamos por allí. Aprovechamos para hacernos una foto de recuerdo con el portugués Bruno Paixao, al que no le gustan mucho las cervezas pero sí el vino tinto, y con las amigas jarandillanas que han dejado bien alto el pabellón verato ( Casimiro a ver si aprendes un poquito de tu mujer ). Y cuando se acabaron las cervezas y vimos que nos iba a tocar recoger los instalaches, decidimos venirnos a Jaraíz. Pero no a casa. Fuimos a ver a D. Pollo al Crisson a tomarnos unas cañitas, unos cafés y alguna que otra copichuela. A eso de las 19h., nuestro chófer Alfredo, nos fue soltando a cada uno en su choza correspondiente. De lo que ocurrió a partir de entonces no voy a dar detalles. Y de fútbol, no pienso hacer ningún comentario.
 
En cuanto a la organización, bastante bien en general.Los compañeros del C.D. Navalmaratón se lo han currado bien, incluso muchos de ellos no han podido correr por estar ayudando. También Protección Civil, P. Municipal y muchos voluntarios ayudando en los cruces, con las bicis, avituallamientos etc. Buena bolsa del corredor con camiseta, bandolera, bocadillo, fruta, dulces, isotónicos. Lo peor, el agua fría de la ducha ( imagino que los termos no dan más de sí ) y que no se pusieron a tiempo las clasificaciones por lo que no pudimos ver si habíamos ganado... De todas formas, felicidades, ánimo y a por la V edición.
 

En fin, otra más que cayó. Y por este año será, al menos para mí, la última, después de un otoño cargadito de carreras. Ahora toca descansar un poquito, recuperar las sensaciones, comerse unos buenos turrones, ir a la cena del club y organizar la San Silvestre de fin de año porque, me parece a mí, que lo de poder correrla, va a estar complicado.

En este enlace podéis ver la clasificación general: CLASIFICACIÓN GRAL.

Cuando tenga más, las iré subiendo.

Ah; os recuerdo que el sábado 22 tenemos nuestra cena en el Rte Abadía de Cuacos. Iremos en autobús y ya informaremos del horario de salida.
 

Como siempre, un honor haber representado una vez más a este club tan serio, y nos vemos por esos caminos y carreteras.
  

Y ahora Michelle os quiere felicitar la Navidad de una forma un tanto especial. Saludos a todos.


2 comentarios:

  1. gracias al presi por acompañarme las ultimas rampas de la media navalmoral se hicieron mas llevaderas gracias. su compi el coriano(javi)

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  2. Feliz Navidad y nos vemos por esos mundos de Dios corriendo, un abrazo firmado por el presi Juanjo

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